@sora63 @PAL
Bailey, un tanto enervada por el siniestro mural y su posible relación con la desaparación de Aislinn, y las implicaciones que eso tenía para la seguridad de todo el cuerpo estudiantil (y el suyo propio), además ahora se veía con María perdiendo un poco la chaveta, y ahora enfrentada con Milly, con quien no tenía mal trato, así que la sorprendía ahora este...
... bueno, no era exactamente un ataque, pero lo sentía como tal.
Así que llevada por los nervios, y teniendo una predisposición vital y activa, Bailey hizo lo que normalmente hacía cuando se ponía de los nervios.
Kick this bitch up to 11.
La rubiaza le dió un apretón de confianza en el brazo a María, y le apartó un poco el pelo de la cara, como recordaba a su propia madre hacerlo alguna vez con ella misma. Entonces, muy cerca del oído de María, le susurró algo. "No te preocupes, me encargo de esto en un momento y te acompaño a ver a la enfermera. Esta tarde después de clase vamos a salir juntas y nos lo vamos a pasar bien, te lo juro."
Entonces, dándole un frote de cariño a su amiga en el brazo, y tras asentir hacia Riley en clara muestra de que aprobaba su plan, Bailey frunció el ceño y se encaró con Milly. Con fuerza y energía, se acercó a ésta, levantándose las gafas de sol y posándolas sobre su cabeza para a continuación envolver los hombros de Milly con un brazo, presionándola contra sí misma (y contra una de sus tetas, sin pretenderlo) mientras hacía un gesto con su otra mano, con los dedos abiertos hacia el este.
"Escúchame bien, Milly. Has de cerrar los ojos y abrir tu imaginación para cruzar el océano, y viajar hasta una tierra verde y rocosa, fría y ventosa, llamada... SCOTLANNNDD..." Bailey levantó la voz e hizo el perfecto acento escocés, forzudo, con un toque de gangosidad. "Allí vivían mis ancestros, el Clan MacCormahyugan."


"¡Ojalá pudieras verlos, cargando por los páramos de Escocia, dando mandoblazos con sus Crymores a rocas, árboles, y en ocasiones hasta a otros clanes! ¡Pueblo de fuertes brazos, acostumbrados al frío en minifalda! Pero ha pasado ya mucho tiempo desde entonces, y ahora sólo quedamos unos pocos. ¡Yo misma soy la última McCormahyugan!"
Habiendo dicho eso, y mientras un cerebrito de voz nasal entre los presentes intentaba aclarar que la falda escocesa se llamaba kilt y no era técnicamente una minifalda, Bailey se apartó de Milly y se irguió ante ella con los brazos en jarras, y sus manos formando cuchillos con los que apuntaba a sus pechos. "¡Milly, estas tetazas que ves aquí no son sólo unos pedazos de carne tremendamente firmes para su tamaño! ¡Mi espalda soporta el peso de la leche de mi clan! ¡Todo el poder de mi sangre ancestral se encuentra aquí reunido! Por eso son tan tremendamente grandes y turgentes, y por eso cada mujer de mi familia hasta llegar a mí ha tenido cada vez más copa, y ha tenido que defenderla contra otras hembras envidiosas del clan y contra asesinos. ¡Ojalá hubieras conocido a mi abuela Fiona en sus años mozos! ¡Una luchadora, fuerte y astuta, siempre dispuesta al combate! Por sí sola puso fin a tres líneas sanguíneas para defender la nuestra."

Tras decir todo esto, Bailey dejó caer los brazos, sintiéndose (y aparentando estar) más relajada... antes de lanzarse sobre Milly, agarrándola por el collar de su chaqueta y mirándola a los ojos con furia. "¡Pero Milly, si revelas mi secreto en el periódico escolar, provocarás una catástrofe! Mujeres de toda América tendrán envidia de mí y querrán tener también unas tetas enormes. ¡Habrá una oleada de asesinatos entre parientes por todo el país! ¡Mujeres envidiosas matando a sus parientes para recibir el poder de la sangre de sus familias! ¡¿Podrás vivir con eso, Milly?! ¡¿PODRÁS?!"
Bailey hundió la cabeza, ocultando su rostro, como si estuviera agotada, casi jadeando... antes de volver a encararse con Milly. "¡Si aun así estás dispuesta a publicar todo esto, entonces al menos tendrás que compensarme haberte revelado este secreto! ¡Me debes una!"