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María, desorientada en la búsqueda de la patrulla que ha hecho acto de presencia en el barrio del Pasaje, sigue a su perro, Esclavo. El animal, aunque entusiasmado con su misión, parece igualmente confundido y su instinto termina llevándoles frente a una camioneta en la que un hombre de mediana edad y cara de pocos amigos, vende perritos calientes como si estuviera perdonándole la vida a sus clientes.

"¿Qué miras, chucho? ¿Acaso sabes leer?", dice señalando el rótulo encima del mostrador. "Exacto. Ahí pone Hot Dogs o, lo que es lo mismo, salchichas de perro caliente. Ahora lárgate de aquí si no quieres convertirte en la ronda de mañana. Y vosotros con él, mocosos. Ya he quedado servido de sabuesos de mierda por hoy".

Fallo en la tirada de Percepción


Alan asiente con algo de timidez, sintiéndose mal por depender tanto de su hija. "Sabes, Bailey, la señora Doyle nos trajo otra de sus cestas de verduras hoy. Me gustaría devolverle el gesto. Quizás podríamos encontrar algo especial para ella, algo del Mercado de Santa Úrsula. Tal vez una caja de bombones exquisitos, algo que ella y su marido puedan disfrutar juntos." Su voz lleva un tono de gratitud y respeto, pero también nostalgia y un punto de envidia.

Mirando a Bailey, su voz adopta una seriedad suave. "Y sobre lo de la policía y la desaparición de esa chica, Aislinn, no te agobies demasiado. Resolver ese misterio no es tu carga que llevar. La vida ya tiene suficientes complicaciones sin sumarle las preocupaciones de los demás."

Luego, con una mirada más ligera, pero igualmente sincera, Alan añade, "Y por favor, intenta disfrutar un poco más de la vida, Bailey. Eres joven, y esa juventud es fugaz. No la malgastes preocupándote constantemente."

La conversación se desvanece suavemente, dejando en el aire una sensación de nostalgia y calma.


Milly encuentra el correo profesional de Anna O'Shea sin demasiados problemas. Es una de las periodistas jóvenes más prometedoras de la región de Nueva Inglaterra y su sección de Sucesos en el "The Boston Globe", aunque de apenas un año de vida, ha tenido una acogida excepcional, especialmente en redes.

Sin perder tiempo, Milly se lanza a una búsqueda en internet, siguiendo el rastro de Aislinn a través de Anna. Tras un rato, y casi más por morbo que por esperar encontrar alguna pista, entra en la página web de la escuela, específicamente a la sección dedicada a la Clase del 2015 de Pine Ridge. Entre las fotografías del pasado, una en particular le causa una impresión profunda: una imagen de una joven Anna junto a su familia. Lo que realmente capta la atención de Milly es la presencia de dos niñas idénticas en la fotografía: Aislinn y otra niña, su gemela, prácticamente iguales excepto por una leve diferencia en altura. Milly se encuentra intrigada, tratando de discernir cuál de las dos es la desaparecida Aislinn, aunque no está completamente segura, como no lo está de que ese sea ahora el único misterio.

Éxito en la tirada de Inteligencia (Investigación)


Shanti se erige como una figura inquebrantable y determinada, la matriarca indiscutible del clan familiar. Su liderazgo se cimenta en una mezcla de fuerza y resolución, contrastando marcadamente con la actitud de George, su esposo. Él, más absorto en sus labores en el puerto y ocasionalmente en escapadas con los amigos al Pasaje del Alquitrán, muestra poco interés en los asuntos domésticos. La educación de sus hijos parece ser un tema ajeno a sus preocupaciones, a diferencia de Shanti, quien, pese a sus errores, se esfuerza por guiar a sus hijos hacia un futuro digno, lejos del ejemplo de su padre.

En medio de estas reflexiones, Elijah observa cómo su madre adopta una postura desafiante, con los brazos en jarra. "Los policías patrullan el barrio a diario. Hoy buscan a una niña blanca desaparecida, sí. ¿Y qué? Estará con alguien que la habrá engatusado. Pero tú, Elijah, concéntrate en el juego", le dice Shanti, tocando con un dedo su pecho. Aunque no es alta, cuando se enfada su presencia impone más temor que la del propio Coach Benson, piensa Elijah.

"¡¿Tienes algo que ver con eso?!", inquiere Shanti de repente, sopesando esa posibilidad con un súbito atisbo de pánico.

En ese momento, Georgie, el hermano mayor de Elijah, entra en la casa y saluda a su hermano con un puñetazo entre bromista y enérgico en el hombro. "¿Cómo va a conocer él a una niña del Centro? Y blanca, además. Si ni siquiera ha logrado invitar a una animadora a salir, siendo la estrella del equipo de baloncesto. Y esas van a quince dólares la media docena", se burla, golpeando el hombro de su hermano con fuerza.

"¡George, no le pegues en el hombro!", interviene Shanti, preocupada, mientras consuela a Elijah, su última esperanza para la redención y el progreso de la familia Musa.


La cena discurre normalmente, con Ronan dándole de comer a su madre, presente ahora en Innisport solo de forma física. Al otro lado de la mesa, Siobhan observa a su hermano ausente, más taciturno de lo habitual, pensando quizás en su compañera desaparecida. Tan madura como siempre, coge la cuchara de la mano de su hermano sin mediar palabra y sonríe a su madre, retomando la tarea de Ronan.

"Está delicioso, ¿no es así, mamá? Ronan y yo hemos seguido la receta de la abuela Fiona. Aunque claro, nunca sabe tan bien como cuando tú lo cocinas. Estoy segura de que cuando te recuperes, nos lo demostrarás otra vez...", dice Siobhan con una mezcla de esperanza y nostalgia.

Al escuchar a su hermana hablar, Ronan se aparta momentáneamente de sus preocupaciones sobre Aislinn para centrarse en su hermana. Aunque duda de si Siobhan cree realmente en la recuperación de su madre, le duele en el alma escucharla hablar con tal ternura y esperanza. De pronto, un detalle capta su atención, percibiendo un cambio en su hermana. Falta el colgante que la abuela Fiona dejó a Siobhan al fallecer, una reliquia familiar que Siobhan siempre había atesorado desde niña. Ronan se sorprende al notar su ausencia, un adorno que había sido un constante en el cuello de Siobhan desde la muerte de su abuela paterna, que había seguido poco después a su padre, posiblemente abatida por el dolor.

Éxito en la tirada de Percepción

    //¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Una hora, dos?

    "Ehh vale vale... ya nos vamos... qué mal genio... si me entero de quién eres te hundiré a críticas negativas..."

    Era esperable. Buscar con prisas no era su punto fuerte, por motivos obvios.

    "Perdona... te hecho perder el tiempo, Carlos" María ríe, de forma nerviosa y decepcionada consigo misma "miraré por internet, a ver qué pasa... pero bueno, ¿no es posible que se haya ido de casa?" María intentaba quitarle hierro al asunto. Aunque, sin información, no parecía lo más sabio. "Ya es tarde... nos vemos en clase."

    //Si tengo suficiente tiempo (digamos, no es medianoche aún) hago lo siguiente:

    María llega a casa, conecta su ordenador especializado con teclado táctil y reconocimiento por voz, y empieza a navegar por twitter a ver los comentarios general, ver qué se sabe hasta el momento, los principales rumores y, por supuesto, poner el mensaje de rigor:

    @True-observer_María
    Esperemos que Aislinn aparezca pronto. Todo mis ánimos a la familia 🙂 ^^

      sora63

      Llegas a casa y haces todo eso, pero además, gracias a tu gran inteligencia y mente analítica, caes en la cuenta de que el hombre ha mencionado estar harto de "sabuesos" y te maldices por no haber prestado atención a la clara referencia a la policía.

      Tira 1d6.

        • PAL

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          • Editado

          Isolee en la página web de la escuela, específicamente a la sección dedicada a la Clase del 2015 de Pine Ridge. Entre las fotografías del pasado, una en particular le causa una impresión profunda:

          Milly se da un golpe con la palma de la mano en la frente al encontrar la foto: ¡una hermana gemela! ¡Esto se ponía cada vez más interesante! Porque cuando un gemelo desaparece, ¿cómo estás segura de que realmente ha desaparecido uno de los dos en concreto? ¿Y si uno finge ser el otro? No sabía que Aislinn tuviera una hermana gemela... la foto es antigua, ¿seguirá viva la hermana gemela? ¿Acaso falleció y por eso no le suena de nada? ¿Sigue yendo al instituto con normalidad? Si lo hace... ¡será fácil encontrarla ahora que sé qué aspecto tiene y preguntarle dónde vive! Y si no me lo dice, ¡pues la seguiré hasta su casa!

          Y si no, podría preguntarle al profesor Gray, con él se llevaba bien y tal vez le dijera la dirección de la chica.

          Se tumbó en la cama a esperar a que empezara el programa de radio de su tío y le mandó un mensaje privado a Leo con el móvil:

          ¡Aislinn tiene una hermana gemela! La he visto en una foto de familia del anuario de la clase de 2015, en la que sale Anna con su familia. ¿Sabías algo de eso? ¿Sigue yendo la hermana al instituto? ¿Será de verdad Aislinn la que ha desaparecido? Vamos a tener mucho que investigar en el insti esta semana.

          PD: ¡Acuérdate de encender la radio!

          Isolee Alan asiente con algo de timidez, sintiéndose mal por depender tanto de su hija. “Sabes, Bailey, la señora Doyle nos trajo otra de sus cestas de verduras hoy. Me gustaría devolverle el gesto. Quizás podríamos encontrar algo especial para ella, algo del Mercado de Santa Úrsula. Tal vez una caja de bombones exquisitos, algo que ella y su marido puedan disfrutar juntos.” Su voz lleva un tono de gratitud y respeto, pero también nostalgia y un punto de envidia.

          Mirando a Bailey, su voz adopta una seriedad suave. “Y sobre lo de la policía y la desaparición de esa chica, Aislinn, no te agobies demasiado. Resolver ese misterio no es tu carga que llevar. La vida ya tiene suficientes complicaciones sin sumarle las preocupaciones de los demás.”

          Luego, con una mirada más ligera, pero igualmente sincera, Alan añade, “Y por favor, intenta disfrutar un poco más de la vida, Bailey. Eres joven, y esa juventud es fugaz. No la malgastes preocupándote constantemente.”

          La conversación se desvanece suavemente, dejando en el aire una sensación de nostalgia y calma.

          Bailey hizo planes en su mente mientras su padre le hablaba de los Doyle. El mercado le quedaba un poco a tomar por saco incluso yendo en coche, pero no tenía planes para mañana. Después del insti podía pasarse por allí, y buscar unos bombones o alguna otra cosa que valiera la pena, aunque los bombones en particular ya sabía en qué puesto encontrarlos. Pero ya que iba a pasar por allí, ¿porqué no aprovechar el viaje? Hasta podía llevarse a María con ella y pasar la tarde juntas.

          Casi se estaba ensoñando con eso cuando Alan la interrumpe con unas palabras demasiado serias y sabias para el gusto de Bailey. La joven sonríe, un poco burlona y arrogante, dándole una palmada en el pecho a su padre. "¿Yo, preocuparme? ¿De qué? ¡Mi padre es un escritor de éxito, y mi perro es el más inteligente y adorable del mundo!"

          King abrió los ojos y empezó a jadear, moviendo la cola con alegría un momento antes de quitarse de encima de ella al prever que Bailey se va a levantar. La joven atleta se aparta del sofá y se encara con su padre, brazos en jarras y cabeza inclinada de forma arrebatadora. "Yo estoy perfectamente. ¡La pregunta es qué hacer contigo!"

          Bailey se inclina hacia delante con una sonrisa radiante en su rostro, enmarcada por el brillo pálido de la televisión a sus espaldas, y alarga el brazo para tocar la frente de Alan con la punta de su dedo índice. "A lo mejor encuentro algo para tí en el mercado. Un libro nuevo, unas gafas graciosas... ¡o incluso una novia!"

          Con un guiño juguetón y una sacada de lengua burlona, Bailey se despide de su padre y sale del salón, seguida por el enérgico King. Mañana será día de clases, al fin y al cabo, y una noche de sueño reparador será imprescindible para soportarlo. En cuestión de minutos, la rubiaza prepara todo para mañana, y sale a la magnífica terraza cubierta que rodea el segundo piso de la casa. En la sección frente al dormitorio de Bailey hay dos sillas y una mesita de jardín. Bailey sale para sentarse en una de las sillas desde la que observar las luces de Innisport, al tiempo que termina de secarse el pelo con una toalla. King se sienta en la otra silla, recibiendo una breve sonrisa de su ama antes de volver ambos sus ojos hacia el pueblo. Durante un buen rato, ambos disfrutan de la vista. Bailey bebiendo un trago de agua ocasional de una jarra de cristal con clase, y King cayendo dormido poco a poco.

          La brisa fresca mantiene a Bailey despierta por un tiempo junto con el olor del bosque de los alrededores. Pero al fin, cuando el sueño empieza a hacerse notar, Bailey decide irse a la cama. Con el máximo cuidado, para no despertar a King, Bailey pasa al interior, satisfecha con haber pasado otro día activo, pero en paz...

          Isolee “¡¿Tienes algo que ver con eso?!”

          Era la pregunta que estaba esperando Elijah. Iba a responder pero Georgie como siempre interrumpe

          Isolee ¿Cómo va a conocer él a una niña del Centro? Y blanca, además. Si ni siquiera ha logrado invitar a una animadora a salir, siendo la estrella del equipo de baloncesto

          Isolee golpeando el hombro de su hermano con fuerza.

          Al sentir el golpe Elijah hace como si le doliese y haciendo gala de sus pocas dotes interpretativas intenta fingir una lesión:

          -Joder, Georgie. No sé si me has fastidiado el manguito rotador...-al ver la cara de su madre y su hermano de "ya está haciendo el tonto otra vez" Elijah dice- os lo habéis tragado (sisi). No mamá, no tengo nada que ver. Apenas conocía a esa chica de vista y estuve toda la tarde entrenando... en fin voy a ducharme y después iré a dar una vuelta con Carl.

          Elijah se va a duchar, se coloca ropa limpia y baja a la cocina. Coge un par de plátanos y se va a la calle, a la casa de Carl, no sin antes despedirse de sus padres:

          -En un par de horas vuelvo. Amari, no vayas tarde a cama.

          • Lyn

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            • Editado

            Isolee Falta el colgante que la abuela Fiona dejó a Siobhan al fallecer, una reliquia familiar que Siobhan siempre había atesorado desde niña. Ronan se sorprende al notar su ausencia, un adorno que había sido un constante en el cuello de Siobhan desde la muerte de su abuela paterna, que había seguido poco después a su padre, posiblemente abatida por el dolor.

            Ronan, no entiende el porqué Siohban ya no tiene el colgante. Antes de preguntárselo directamente tiene que ocuparse de otras cosas.
            Limpia a su madre al terminar de cenar y se la lleva al baño mientras le indica a Siohban que esta noche él acostará a madre y ella recoge la cocina. Su hermana asiente frunciendo los labios . Ronnan sabe el sufrimiento de su hermana cada vez que tiene que hacer la función de madre de su propia madre, al fin y al cabo sólo tiene 9 años. Así que Ronan intentará dejarla a Siohban las menos cargas posibles.
            Atrae a su madre tiernamente hacia el baño y allí la desnuda, la mete en la bañera y la baña mientras le cuenta su día en el instituto. Obvia los detalles desagradables, claro está. Cree atisbar en su madre una sonrisa, pero acaba por ceder a la evidencia, su madre ahora ni siquiera sabe donde está ni con quien. Aún así la trata con una ternura infinita. Seca su cuerpo con cuidado y peina sus cabellos con delicadeza mientras le canta. Cuando ya está lista la lleva hasta la cama, dándole un beso de buenas noches mientras la arropa.
            Ahora si, ahora está preparado para dirigirse a su hermana. La encuentra secando unos platos. Respira hondo y se lo pregunta sin más.
            -Shioban, que ha, pasado con tu colgante ¿por qué ya no lo llevas?

            Después de que Carlos se despida y se aleje, María se pierde en los mensajes de Twitter. Muchos expresan apoyo, otros son claramente trolleos, pero ninguno revela algo nuevo sobre la desaparición de Aislinn. Un tuit de Eric Sullivan llamando a la solidaridad destaca entre el resto, así como otro donde Vanessa intenta mostrar empatía, aunque parece forzado. Mientras María se sumerge en estos mensajes, su madre la llama, recordándole que ya es hora de dormir, enfatizando que necesita descansar "por su bien". Con la noche avanzando, María deja su mundo digital para atender a su descanso.


            Leo responde a Milly de ipsofacto:

            "¡Vaya, Milly! No tenía ni idea de que Aislinn tuviera una gemela. Nunca la he visto por el instituto, al menos que yo recuerde. Es un dato súper interesante, y definitivamente algo que deberíamos investigar más a fondo. Podría ser una pista crucial.

            Podríamos empezar revisando la hemeroteca digital para ver si hay algo más sobre Anna O'Shea y su familia. Quizás haya algo en los archivos que nos haya pasado desapercibido. Y sí, voy a estar atento a la radio esta noche, ¡gracias por el recordatorio! Nos vemos mañana para hablar de esto en persona. ¡Buen trabajo al encontrar esa foto! ¡No sueñes con cuervos raros!"

            En ese momento el pograma de Griffin empieza y Milly se pone cómoda como cada noche.

            "Buenas noches, Innisport. Aquí Alex "Nightowl" Griffin, en las ondas de Radio WISP con el programa "Here and Now", donde la realidad y el misterio se entrelazan en la más hipnótica de las danzas. Y como siempre, un saludo especial para mi sobrina Milly, con ella en el pueblo, ningún misterio puede permanecer oculto por mucho tiempo.

            Hoy, nos sumergiremos en las profundidades de lo desconocido y lo inexplicable. Comenzaremos con la leyenda del Convento de Santa Brígida, donde se dice que los ecos de un pasado olvidado aún resuenan en sus antiguos muros. ¿Serán meros cuentos o hay algo más entre esas venerables piedras?

            Luego, navegaremos hacia los acantilados cercanos al faro, donde las melodías seductoras de las sirenas han sido escuchadas, según cuentan, por marineros y soñadores. ¿Llamadas del mar o simples ilusiones?

            Y, por supuesto, no podemos ignorar la noticia que ha conmocionado a nuestro apacible pueblo: la misteriosa desaparición de Aislinn O'Shea. Una joven brillante y una talentosa violinista que ha desvanecido sin dejar rastro. ¿Qué secretos se ocultan tras su ausencia? ¿Y qué pistas nos llevarán a desvelar este enigma?

            Así que, queridos oyentes, ajusten sus radios, relájense y prepárense para una noche de misterios y revelaciones. Con Nightowl al mando, cada secreto está destinado a ser descubierto. ¡Comenzamos!"

            A ritmo de música electrónica, "Nightowl" cuenta muchos misterios extraños, mezclados con información verídica y hasta histórica, hasta que llega el turno de hablar de Aislinn:

            "Y ahora, queridos oyentes, hablemos del tema que ha mantenido a Innisport en vilo: la desaparición de Aislinn O'Shea. Esta joven violinista, una estrella en ascenso y una figura querida en nuestro instituto, ha desaparecido como una nota musical en el viento. La comunidad está consternada, la policía desconcertada, y las teorías abundan.

            La policía y los habitantes están en alerta, buscando cualquier pista que pueda arrojar luz sobre este inquietante caso. Y hablando de luz, un rumor particularmente ridículo ha llegado a mis oídos: se dice que alguien vio a Aislinn en el Lago Whisper, ¡remando en un bote con nada menos que Elvis Presley! Sí, han escuchado bien. Y aunque me gustaría creer que el Rey ha vuelto para un dueto con una de nuestras estrellas locales, debo decir que este rumor es tan estúpido que duele. Pero, por algún motivo, la cúpula de arriba insiste en que comparta estas tonterías con ustedes.

            Y, para añadir más intriga a la historia, parece que Anna O'Shea, la exitosa periodista y hermana mayor de Aislinn, se dirige a Innisport para seguir la investigación de cerca. Con suerte, su llegada podría arrojar algo de luz sobre este misterio."


            El Acantilado Silente, el apartado barrio de Bailey, debía su nombre al ingenio de un vecino con un sentido del humor peculiar cuando, hace unas décadas, en una asamblea municipal, sugirió el nombre en tono de broma. La ironía tuvo seguimiento y se adhirió al barrio de forma extraoficial hasta que, con el tiempo, la denominación se hizo oficial cuando la normativa municipal se reformó en 1980, incorporando formalmente a Innisport varios barrios hasta entonces no reconocidos alrededor de la vieja ciudad.

            Acurrucada en su cama, Bailey no pensaba en cosas tan complicadas, pero sí en la ironía del nombre con el que se conocía al que era su hogar. Vivir en el barrio del silencio, donde cada noche una melodía lejana rompía la quietud, esa noche sonando sospechosamente como un violín lejano. Los vecinos atribuían el sonido al viento chocando contra las rocas escarpadas, unas formaciones imponentes al norte del barrio, pero para Bailey, siempre había sonado a algo más. Para ella, esa música distante era como un presagio, una señal aún indefinida, suspendida en el aire, oscilando entre ser un augurio de buenaventura o un anuncio de misterios más profundos.


            En su habitación, Carl "Jazz" Jackson espera ansiosamente a Elijah para una tarde de juegos en el NBA2K. Con una sonrisa pícara, configura el juego de una manera especial: su propio avatar en los Boston Celtics, su equipo favorito, y el de Elijah en los Lakers, el eterno rival de los Celtics y la gloria de la Costa Oeste.

            Para añadir un toque humorístico, Carl ajusta las estaturas de los avatares: él, normalmente de 1.75 metros, se transforma en un gigante de 2.05 metros en el juego, mientras que Elijah, que en realidad mide más de 2 metros, se ve reducido a apenas 1.75, siendo uno de los jugadores más bajos del juego.

            Cuando Elijah entra en la habitación y ve la configuración, su expresión de sorpresa es justo lo que Carl esperaba.

            "Claro que sí, Eli", dice Carl con un guiño. "Es una oportunidad para vivir en un universo paralelo. Yo soy el gigante, y tú... bueno, eres un poco más 'normal'."

            "Había pensado también en intercambiar nuestros caretos, pero en eso saldría perdiendo", añade Carl, mientras le da al botón de empezar. "Prepárate para una lección de humildad virtual."

            El partido comienza, y la habitación se llena de risas y comentarios jocosos. Carl disfruta cada momento, contento de haber inyectado un poco de humor en su rivalidad amistosa. En su corazón, sabe que estos momentos con Elijah, llenos de risas y deportividad, son los que verdaderamente valen la pena.


            Siobhan se mantiene de espaldas a Ronan, con una postura rígida que revela la tensión de la inminente confesión. Ronan, paciente pero firme, aguarda su respuesta, intuyendo la gravedad de lo que ella está a punto de decir. Al girarse finalmente, las lágrimas que recorren las mejillas de Siobhan son un testimonio silencioso de su angustia.

            "Por favor, no te enfades conmigo," suplica Siobhan con voz temblorosa. "Es el tío Theo... Ha pasado mucho tiempo desde que nos envió dinero, y mamá necesita los cuidados de Elena, tú... siempre pareces tan triste y preocupado. No quería molestarte. No quiero que odies a mamá como la odiaba papá cuando decidió irse..."

            Ronan observa, atónito, cómo Siobhan lucha por articular sus palabras, atrapada entre el miedo y la necesidad de ser honesta. "Fui a la tienda del señor Alden la semana pasada," continúa, "quería vender el colgante. Me dio un buen precio por él, dijo que era antiguo y valioso. Pero necesitaba una firma adulta, así que...," su voz se quiebra, "falsifiqué la firma de mamá y lo vendí."

            Las lágrimas de Siobhan fluyen más libremente ahora, reflejando el peso de su decisión y el temor a la reacción de su hermano.

              Milly escucha el programa atentamente.

              Isolee Y como siempre, un saludo especial para mi sobrina Milly, con ella en el pueblo, ningún misterio puede permanecer oculto por mucho tiempo.

              Oh, tío Alex, ¡me vas a hacer sonrojarme!

              Milly saca su libreta y hace anotaciones de todas las cosas "de interés periodístico" que menciona Nightowl:

              Misterio en Santa Brígida, preguntar a la Hermana Emilia.
              Sirenas en el faro.
              Aislinn con Elvis en el Lago Whisper.

              Se detiene al escuchar que Anna O'Shea va a venir a Innisport, se tapa la cara con la almohada y patalea enérgicamente al aire: ¡Anna va a venir al pueblo a investigar la desaparición de su hermana! ¡Podré trabajar con ella codo con codo!

              Una vez terminado el programa, le manda un mensaje a la Hermana Emilia:

              Nightowl ha hablado de un misterio en Santa Brígida, ¡tienes que contámelo!

              Luego responde a Leo comentando las novedades del programa, especialmente emocionada por Anna O'Shea. Le cuenta algunas de sus ideas que ha ido teniendo:

              [...]si en el instituto no se sabe nada de la gemela, ¡en el colegio sí tienen que saber de ella! Buena idea lo de revisar la hemeroteca, a partir de mañana tenemos que estar a tope. ¡Nos vemos en el insti! 😉

              Tras navegar un buen rato por internet, y darse cuenta (al recordar lo ocurrido y atar cabos) que, efectivamente, el tío de los perritos calientes es un verdadero gilipollas, acaba yendo a la cama una vez le avisa su madre.

              "Bueno, mañana aviso a Carlitos a ver si se acuerda del tipo" dice, satisfecha consigo misma. Con un poco de suerte seguirá siendo alguien legal mañana también.


              María sale de su habitación. "¿Mamá, hay tostadas para desayunar?" Toma un poco de comer y algo de zumo o agua, y sale de su casa con la mochila escolar a cuestas.

              Espera pacientemente a ver a @KatamariRoller Bailey en su flamante deportivo. Sin embargo, su cara es extremadamente seria y hasta cierto punto triste. Tiene el pelo revuelto, una cantidad de colonia encima abusiva y la mirada fija en el infinito, sumida en sus pensamientos.

              Isolee En su habitación, Carl

              -Qué cabrón y me colocas en los Lakers!

              Se ríe Elijah al verlo. Coge el mando y se sienta a echar unos vicios.

              -Oye te has enterado de lo de la chica desparecida?

              Carl contesta afirmativamente, pero que solo sabe que la policía estuvo preguntando por el barrio.

              -Vaya movida, eh!

              Elijah al final se va a casa y tras saludar a sus padres, habla con su hermano mayor Georgie sobre el tema de la chica. Al final el hermano le dice que no se preocupe por eso, que se centre en su objetivo de entrenar.

              Al día siguiente Elijah se levanta, desayuna un poco de fruta y agua. No le gustaba el café y rehuía por consejo de su entrenador de lácteos y grasas y en la medida que podía de alimentos con gluten, aunque esto no podía cumplirlo a rajatabla habida cuenta de que sus padres no se podían permitir una dieta sin gluten específica para ella. Al final coge la mochila y se va junto a Carl hacia el instituto

              Al llegar nota que el resto de compañeros están algo alterados. Lo de la desaparición obviamente era algo que a todos les afectaba, incluso a Elijah aunque apenas conociese la chica. Pero Elijah no se detuvo a hablar con nadie por los pasillos sino que fue directamente al aula.

              • PAL

                  LVL:  117
                • Editado

                Antes de irse a dormir, Milly se prepara la mochila para ir al instituto al día siguiente, se cambia de ropa, se pone su pijama rosa de corazones y se va a dormir.

                Por la mañana cuando suena el despertador se levanta como un rayo, se viste con un conjunto de camiseta, falda corta y medias azul oscuro y zapatillas deportivas. Comprueba si tiene mensajes nuevos en el móvil antes de salir de la habitación.

                En la cocina se toma un vaso grande de leche de vaca. El mostacho se le mancha de blanco sin que se dé cuenta hasta que una mirada rápida en el espejo del pasillo de entrada a la casa la alerta de su error. Se lo limpia rápidamente con el dorso de la mano, se ajusta las coletas, hace una pose coqueta mirando al espejo poniéndose los dedos índice y corazón en los labios para lanzarse un beso a su imagen reflejada mientras se guiña un ojo, piensa que está encantadora y se dispone a salir, lista para comenzar una nueva semana en el instituto, una que espera que sea muy emocionante, con muchas sorpresas y descubrimientos que poder plasmar en la siguiente edición del periódico del instituto.

                @sora63

                La rutina matutina de Bailey Bruer es complicada, pero la tiene tan practicada que puede completarla sin pensar.

                Despertarse mediante despertador, perro o padre (hoy le toca King saltando sobre la cama para lamerle la cara, y quitárselo de encima entre gritos porque sabe que es su padre quien se lo ha mandado arriba como un misil asesino); lavarse, peinarse y ponerse el maquillaje mínimo pero indispensable para estar guapa y que parezca que estaba igual al despertar; vestirse con su estilo particular (hoy vaqueros, zapatillas de deporte, chaqueta del equipo de atletismo, una abrigada bufanda y unos coquetos pendientes para las orejas); y al fin bajar a desayunar lo que su padre ha preparado. Resultan sorprendentes las habilidades que un hombre puede desarrollar cuando no lo deja todo en manos de la mujer, y Alan es todo un cocinillas.

                Como mínimo no quema las tostadas ni derrama los cereales, que hace sólo unos meses ya era toda una muestra de superación personal.

                A esto le sigue volver a su cuarto sin tropezarse con King, recoger su mochila, bajar, darle un beso a su padre en la mejilla y otro a King, salir de la casa y entrar en la caseta garage que guarda el coche de su padre... y el flamante y limpio descapotable Eclipse de 1999. Un coche de segunda mano perfecto para una adolescente rubia que quiere que parezca que vive la vida al límite.

                Es rojo, por supuesto.

                A esto le sigue sentarse en el coche, mirar atrás para asegurarse de que King no se ha colado otra vez para acompañarla al pueblo, tirarlo por la borda y despedirse otra vez de él... y ponerse las enormes gafas de sol de aviador, encender la radio, y subir la música a un nivel impropio de las horas que son.

                Para cuando Bailey llega a casa de María, Bailey está en modo comerse el día, con una sonrisa de oreja a oreja. Esa sonrisa se acorta algo cuando ve que María no parece estar teniendo una buena mañana... ¿pero sabes qué?

                Las rubias están para algo.

                Bailey saca el brazo por la ventanilla y golpea la puerta de su coche (por si la música a toda hostia no fuera suficiente anuncio de su presencia), antes de gritar con una voz de actriz y un tono alegre y despreocupado. "¡Oye mamita! ¿Porqué no metes esas caderas en mi coche con un sensual ritmo latino, y vamos por ahí a divertirnos?"

                  KatamariRoller

                  La inconfundible música a todo volumen de Bailey anuncia su llegada. María está todavía pensativa (si eso es posible la radio peleando en contra de ello), aunque su inconfundible voz la saca de su trance.

                  "¡Voy!" María da dos pasos y se da cuenta de algo importante. "Uy... ¡Esclavo, bastón!" María llama con energía a su compañero y se acerca un momento a buscar su equipo de guerra. Tras eso, da media vuelta y se acerca y se sube más animada. Sólo su ceguera le impide moverse al ritmo de la música como si de una intro de una sitcom se tratara.

                  A veces pasa. Unos días está más habladora por la mañana y hablan de sus sueños, problemas, gente que les cae mal, y los tremendos ritmos latinos que están de moda en Maine. Otros días apenas habla, y escucha los problemas de Bailey en silencio. Hoy parece que va a ser uno de los segundos, hasta que empieza a hablar mientras sujeta firmemente a Esclavo en su regazo para evitar que manche lo más mínimo algo tan estratosféricamente caro (para ella).

                  "¿Cómo estás? ¿qué tal ayer?" María se permite hablar por hablar con una sonrisa con muy pocas personas, y Bailey es una de ellas. Bueno, si le permite la canción. "¡QUÉ COMO TE FUE AYER! ¿ME OYES? Aquí hubo un lío tremendo... estaba todo el barrio patas arriba por la desaparición de esa chica... Aislinn. ¿Has oído las noticias del tema...?" Tras varias pausas muertas de varios minutos, María cada vez habla de forma más seria, girando la cara hacia la conductora mientras habla.

                  @sora63

                  Para Bailey, el amigo de un amigo es un amigo suyo, así que no le importa que Esclavo suba al coche. Al fin y al cabo, es el perro de María igual que King fue el perro de la madre de Bailey. Eso sí, a la rubia siempre le hace cierta gracia que un perro se llame King, y el otro Esclavo.

                  La verdad es que la atleta de ojos azules tiene un par de temas que quiere tratar con María, pero aunque no sea la cerebrito de Innisport precisamente, Bailey sigue siendo bastante perceptiva. Entre los gritos de una y la otra para hacerse oír por encima de la música, Bailey empieza a vislumbrar que el tema de la desaparición de Aislinn tiene un tanto preocupada a María. La forma en que la chica latina se va poniendo más seria conforme le habla a Bailey de todo el asunto no hace sino confirmarlo. ¿Y qué tiene de raro? Aislinn es compañera de clase de María, al fin y al cabo.

                  Pero por desgracia, Bailey no tiene otra cosa que ofrecer que comentar los mensajes que ha recibido en su móvil. Principalmente, que tienen un cierto tono que a ella, personalmente, no le gustan nada.

                  "Oye...", la rubia dice mientras su Eclipse pega el distintivo bote que le dice a María que acaban de subir a una acera para pasar al aparcamiento del instituto. "... entiendo que es algo raro y hasta emocionante, pero a mí me da mala vibro que la gente hable de eso como si fuera, yo qué sé, una serie de la tele o algo. Yo no conozco a Aislinn pero no me mola nada que esté desaparecida. A ver si hay suerte y la policía la encuentra pronto."

                  Una vez encuentra su plaza habitual, Bailey aparca y, para alivio de María y Esclavo (y de algunas personas cercanas), apaga el motor y, con él, la radio. Al bajar del coche, no puede evitar notar que hoy parece haber más coches de lo habitual: algunos padres parecen tan preocupados por la desaparición que han llevado a sus hijos al instituto ellos mismos. Bailey sospecha que cuando salgan, los recogerán. Y puede que tomen otras medidas.

                  "Tía, espero que no monten un toque de queda o alguna cosa así." Bailey comenta, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos, para gusto y vergüenza de varios varones cercanos y sus madres o, en casos especialmente vergonzosos, esposas. "Como mi padre decida encerrarme en casa, me voy a volver tarumba."

                  A Bailey no se le ocurre en el momento que no es lo mismo estar encerrada en un apartamento de mala muerte, y en una casa de época de dos pisos con porche y terraza, con prados y bosques alrededor y una vista magnífica del mar y de Innisport. Pero eso al menos es algo que María no puede echarle en cara por muy desafortunadas razones.

                    • Lyn

                        LVL:  91
                      • Editado

                      Isolee Las lágrimas de Siobhan fluyen más libremente ahora, reflejando el peso de su decisión y el temor a la reacción de su hermano.

                      Ronan se acerca a su hermana y la rodea con sus brazos mientras la abraza fuertemente, casi al instante Siohban rompe a llorar como la niña pequeña que a veces olvida que aún es. Su hermano espera un poco y cuando ella empieza a relajarse, él se agacha y deja su cara a la misma altura de la de ella. Y allí le habla.
                      -Shioban, solo es un colgante, es solo un objeto . No merece tus lágrimas. Ten por seguro que lo recuperaré más adelante. Así que no te preocupes.
                      Vuelve a abrazar a su hermana y llora con ella, su impotencia es enorme y siente un dolor en el pecho porque su hermana tenga que pasar por esto. Debe hacer de hermano mayor como sea, debe intentar proteger a Shioban.
                      Al poco se acuesta y apaga rápidamente la luz para intentar gastar menos.

                      ...

                      Por la mañana se despide de su hermana despeinándola un poco para que se enfade con él como la niña que es, y así se olvide de lo de ayer.
                      Se despide de ella y se encamina hacia el instituto maldiciendo su suerte y la de su familia. Espera que hoy sea un día donde pueda pasar desapercibido como hace siempre ya que tiene un humor de perros.