Primer jefe que realmente se me atasca teniendo que intentarlo al menos 10 veces. Digo jefe cuando han sido dos, los que te salen a la vez en el Castillo de Melena Roja.
Siempre me han parecido injustos los bosses duales en la saga Souls y esta no es una excepción. Dos enemigos muy rápidos, que apenas te dejan una ventana de lanzamiento para magias o encantamientos. Ni siquiera te dejan mucho espacio para usar el arte de la Moonveil.
Sensación de satisfacción total al matarlos por fin eso sí. Endulzan la sensación pelín amarga que se me estaba quedando en la boca con este Castillo, mucho más simple que otros ya visitados en el juego.
Ahora, estas zonas dejan estampas para el recuerdo continuamente...