Bueno. Pues llevo ya unas cuantas horas y explorado bastante del mapa.
No soy nueva en los Souls, pero estoy muy, muy cansada ya de los jefes y minijefes de este DLC.
Caballeros de tres metros de altura con barras de vida kilométricas, combos interminables con ataques de zona para reventar grupos invocados, reacciones instantáneas y puntería perfecta, no se pueden interrumpir sus ataques excepto con los golpes fuertes tipo espadón, ataques de múltiples especializaciones elementales por si a algún listo se le ocurre llevar armadura o hechizos para contrarrestar un elemento sólo, etc. Nada de puntos débiles en forma de combos que los dejan vendidos, o puntos ciegos o nada de eso.
Todo esto juntito en paquete en los dos jefes principales que he visto, y la mayor parte en un minijefe de los tres o cuatro a los que me he enfrentado.
Es en plan... el DLC está claramente pensado para que aunque te hayas pasado el juego principal varias veces, te sientas totalmente novato al empezarlo, pero se han pasado tres pueblos. Olvídate de derrotar a los jefes por tu cuenta utilizando tu build favorito porque va a ser que no. Aquí hay que ir a lo guarrazo, pero como el avance se hace mediante objetos limitados que quemar en los sitios de Gracia y no exclusivamente a base de grindear, pues no da la sensación de que te puedas hacer tu propio camino.
Lo cual es una lástima porque hay bastantes armas curiosas y alguna ceniza de guerra que mola bastante, pero vamos... la dificultad no me parece bien ajustada para nada. Los DLCs de Dark Souls me parecen mejor hechos.