Bailey
"Sí, por supuesto", responde, enfatizando su acento en tono de broma. "Provengo de Viveiro, una localidad situada en el noroeste de España. Tierra de meigas, al igual Maine. Brujas, eso son...", aclara. "Decidí mudarme aquí tras la reapertura de fronteras después de la pandemia, hace ya algunos años", agrega.
En ese instante, en el fondo del lugar, Bailey observa a su padre saliendo del despacho de Marina, acompañado por ella. Marina le lanza una mirada penetrante desde la distancia, provocando un escalofrío en Bailey. Acto seguido, ella se gira y regresa al interior.
Felipe, percatándose, se despide acariciando suavemente la cabeza de King. "Parece que tu padre ya ha terminado con Marina. ¿Te parece si intercambiamos Instagram? Suelo publicar fotografías que quizás te interesen, como de frailecillos y focas en realidad...", dice con una sonrisa, mostrándole su teléfono.