Yo no es que haya sustituido un hipotético hijo por un perro, es decir, no teng perro porque haya puesto en la balanza la decisión de tener un hijo o un perro y después de deliberarlo haya escogido tener un perro. No. Es que hoy por hoy no tengo ningún interés, pro ninguno, en tener hijos, independientemente de que tuviera perro o no, de modo que también podría decirse que elegí comer albóndigas ayer sobre tener hijos, o que elegí comprarme unas nike hace una semana frente a tener hijos; la realidad es que ninguna de esas acciones estuvo en la balanza compitiendo con "tener hijos", porque "tener hijos" jamás fue una opción.
Desafortunadamente, hay gente que no entiende esto. Bueno, desafortunadamente, a mí me viene sudando lo que es la punta de la polla a mares -iré al médico a revisármelo, no se preocupen-. Que cada uno haga lo que le salga de los cojones, pero jamás comprendí esta tradición de sí o sí tener que arma una familia y tener niños como si fuera el único estilo de vida posible. Yo en mi vida sólo quiero tres cosas, lo he dicho mil veces: lo primero y más importante, salud, lo segundo familia y amigos, lo tercero dinero. Lo demás está tan abajo en mi lista de prioridades que no podría importarme menos.