Es obvio. Pero es que en las caras se nota mogollón. Pierdes los mofletes, cara más chupada (si eres delgado), aparecen las líneas de la caída de los mofletes, patas de gallo, arrugas en la frente, crecen pipa y orejas, pérdida de carnosidad labial…
Si encima abusas del sol todavía se agrava más el asunto. Y si además eres lampiño como Nadal que no puede usar el comodín de la barba aún se nota más.
Nadal tenía rasgos del actor este de Crepúsculo y ese tipo de caras no suelen tener buen “envejecimiento”.