Lo que no entiendo, bueno sí lo entiendo, porque es un mierdas que sólo valía para presumir de haber tangado gilipolleces en el Mercadona en MeriStation (hablo de Alex el Papada), es por qué hacen el símil entre los videojuegos y las películas, el cine o la música, cuando la comparativa debería de estar en la ludología, toda la que envuelve a los juegos tradicionales, del pilla-pilla al veo-veo, de ahí al escondite, y de ahí a los más antiguos todavía -que los videojuegos digo- juegos de mesa.
¿Te imaginas saltarte el escondite cuando te la quedas e ir directamente a la parte en que ya has encontrado a 3 y sólo te queda uno? Dices gritando “LOS TRES QUE ESTÉIS ESCONDIDOS, FULANITO, MENGANITO Y PUTANITO, DAROS POR ENCONTRADOS, SÓLO ME QUEDA MONGOLITO”, y salen los 3 tíos de donde están escondidos. O una carrera, ¿por qué no? Una carrera de 100 metros de las olimpiadas y tú empiezas en los 80m. O por qué no, también, una partida de rol de mesa donde te saltas toda la narrativa, la historia y la progresión que ha creado el GM y te vas directamente al endgame de la campaña. O también puedes coger e ir directamente a la parte del Póker en la que ya tienes la mano perfecta y ganas todo lo que hay en la mesa. O en el fútbol, vas también a la parte en la que has metido 3 goles. O en un escape room, te vas también a la parte del final donde ya te has escapado.
Estos tontos de la polla no entienden que un videojuego es un juego en vídeo, y que como tal, está sujeto a una serie de reglas que son propias de los juegos, en general y por extensión, de manera generalizada. Que como juegos, se basan en la progresión, en la superación de obstáculos y en la proposición de una serie de retos para que paulatinamente alcances el final, porque como videojuegos, consisten en eso, en su tradición más elemental, más primitiva. Y que, sí, hay juegos que te brindan esta opción, pero no les es propio ni tienen por qué hacerlo, como no es normal que por más que ya sepas de qué va el escondite o el trivia puedas saltarte todo el sentido del juego, que es el hecho de jugar y avanzar, y posicionarte donde tú quieres de primeras. Si no existe una sensación de progresión, en un sentido o en otro, no hay juego. El juego es un arte activo, que necesita de tu participación para suceder; una canción, una película, un libro, son agentes pasivos. Tú sólo estás para mirar.