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Aunque nuestros personajes son diferentes y no son comparables. De hecho muchos de los accesorios poderosos los tenía repartidos entre Regongar, Amiri y Nok Nok.
136 horas marca Steam, pero realmente no es real, porque con la deck a veces si la dejas suspendida te cuenta el tiempo y a veces no, aparte de dejar la partida en pausa mientras atendía a asuntos familiares. De hecho en la carga de la partida marca 104 horas.
A mí hay cosas que no me han gustado y ya te puedo decir que la gestión del reino es una de ellas, me parece un quiero y no puedo como juego de gestión y que al final realmente es casi más para perder tiempo. Tampoco me ha gustado mucho la cantdad de veces que hay que descansar, está mal medido eso y que a veces el juego se hace algo lento con la pantallas de carga y tanta distancia a recorrer en el mapa. La música no me parece destacable tampoco. Pero después, sí, me ha gustado el juego y los combates contra masillas no me molestaban en la medida que se hacían rápidos (aunque la parte final con tanta horda sí que me pareció un poco más cansina), los hechizos y habilidades están bien, salvo la opción de debuffs o la de megaconjuros de daño mortal, al que los jefes son inmunes y para usarlo en un masilla no pierdo el tiempo. Hubo un momento en que no tenía claro por donde quería ir el juego argumentalmente y me parecía que era alargar por alargar, pero después las cosas sí van cobrando más sentido y bueno las decisiones se notan. Quizás podrían abreviar un poco, pero no se me hizo pesada en ningún momento la historia.
Ahora no me pondré con la segunda parte, porque estoy a medias con el Divinity y quiero ponerme con él. Allí ya no soy un hombre bondadoso, sino que soy neutral malvado
