Si ha ido a cinco pediatras y ninguno le convence a lo mejor el problema lo tiene ella, que se cree que sabe más que ellos. Si lo que quiere es visitar a todos los pediatras de la península para encontrar al que le diga lo que quiera oír, lo mejor es que no vaya a ninguno y sea ella la que se encargue de diagnosticar y tratar a su hijo.
Lo que ha dicho es una barbaridad como un piano, y lo peor, España está lleno de conspiranoicos antimédicos que sé creen a pies juntillas lo que dice gente como esta chica ( que mira, también es su problema). Ha soltado mensajes que pueden influir negativamente en el proceso de maternidad de los hijos de los demás ( mi pediatra me dijo que mi leche no era suficiente, eso es imposible, pues sí chica es posible si no produces lo suficiente y se demuestra en el peso del niño). En fin, que no es que haya sido un poco cuñada, es que en el mundo actual de influencers, donde la gente se aferra a un clavo ardiendo con tal de leer y oír lo que más le conviene, estos mensajes son muy peligrosos. Aparte de insultar a un colectivo que cuando ella estaba perreando por las redes sociales y ganando pasta ellos seguían estudiando y formándose como unos esclavos a cambio de nada, que esa es otra.