Es más fácil de producir, es decir, de darle candela al autotune y que salga una tonadilla interesante y mezclarlo más con la música. Lo que viene siendo lo que hacía un Vocoder antaño.
Luego está la moda de la estética fea o imperfecta. Tatuajes en la cara, el parecer un tirao, pelos de mierda a veces mal decolorados adrede, fundas en los dientes para parecer mellado… tiene su reflejo también en las voces, incluso en los ritmos decadentes.
Al final todo es obra de la producción al 100%.
Y ya que salen Los Planetas a la palestra, desde su disco Los Planetas contra la Ley de la Gravedad, la voz de Jota pasa a ser casi indistinguible, y a fundirse con la música, en un fenómeno parecido al que nos ocupa.