Yemeth
Pues en la comparación gana la nueva de calle.
La del 79 es demasiado directa y no crea apenas ninguna tensión ni misterio alrededor del conde Orlok (hasta parece una "persona", solo que un poco pintoresco). La nueva, en cambio, te hace incluso dudar al principio sobre si esa figura que lo recibe es el conde o un espectro al servicio del mismo (un poco como el cochero que recoge a Jonathan en el Drácula de Coppola). Es bastante inquietante en toda esa secuencia y la que le sigue de la cena, con un ambiente que roza lo surreal, de mal sueño, donde no se terminan de adivinar del todo las formas porque apenas son sombras, provocando que el espectador esté prestando mucha más atención de lo normal mientras intenta divisar algo, lo cual le genera tensión.