Hay que ser lerdo.
Yo tengo clientes que es para escupirles en la cara (como en todos lados), pero son mis clientes, son los que me dan de comer, si viene un golpe de trabajo lo aprovecho y le saco todo el partido que pueda.
Así nos va.
Sobra decir que si algún día voy por allí.. ahí no pienso entrar.