Es terrible lo que está pasando.
Yo siempre he pensado que ya podemos hacer guerras con armamento nuclear y misiles y lo que queramos para intentar matarnos entre nosotros como gilipollas, que cuando a la naturaleza le da por sacar músculo deja nuestra capacidad destructiva a la altura del betún.
Al final aquí lo de Barcelona parece que se ha quedado en un susto, al menos por el momento, y también al menos por el momento me quito el peso de preocuparme cuando mis padres tengan que volver a casa, pero todo mi ánimo por supuesto para los valencianos y ahora los andaluces que no habéis tenido tanta suerte, mucha fuerza.