Se ha convertido en uno de mis juegos favoritos. La jugabilidad, la exploración, la historia y la música; todo se complementa entre sí. Pocos juegos he visto tan redondos y cuidados como este.
Este juego me rasca la necesidad de explorar. Se dice que hemos nacido muy tarde para explorar la tierra, pero muy pronto para explorar el espacio. Frase mañida, sí, pero este juego me toca las mismas cuerdas que las que hacen que me parezca una frase algo melancólica. Outer Wilds me cautivó porque siempre quería explorar más, llegar a otro planeta, coger la nave y simplemente dar vueltas por ahí viendo el paisaje. Hay historias y puzzles y misterios pero el juego te agarra por esa curiosidad, por esa fuerza que te lleva a ver qué hay ahí detrás.
Hay otros juegos que me dan una sensación parecida (más recientes, BoTW o Elden Ring), pero este me cogió de una forma aún más intensa. Es un mundo más pequeño, cuidado y pensado. No tiene zonas muertas (o si las tiene, se ven a vista de pájaro y no tienes que perder el tiempo explorando). Todo está por un motivo y cada planeta te da un mundo diferente. Te pones el traje, coges la linterna y a explorar.
A mí pilotar la nave me pareció fantástico (con mando, con teclado no sé). Hay, por supuesto, que tener en cuenta que estás pilotando una nave espacial, y no moviendo a un personaje. Si vas a la izquierda hay que calcular que estás añadiendo una aceleración hacia la izquierda (mediante encendiendo el propulsor de la derecha), pero la velocidad que llevabas antes no se anula. Y el resto del universo sigue girando y no se detiene por ti. Y la gravedad de los planetas te sigue afectando. Es que es una maravilla cómo están programadas las físicas del juego. Hay que saber un poco cómo funciona la mecánica orbital, pero una vez lo entiendes la nave es una delicia. Y bueno, no es tan difícil con el autopiloto y pulsar X o A para alinear tu velocidad y dirección con la del planeta que quieres orbitar.
Luego, por supuesto, la historia es bonita, todas las pistas están muy bien pensadas y la música es fantástica. El juego es redondo.
Móntate en la nave. Asa un mondadisco. No pienses en el progreso inexorable de la entropía en el universo.