30. Resident Evil 4 Remake
100% - 25 horas
Una absoluta obra maestra. Todo lo que añada desde aquí solo es contexto para tan rotunda afirmación.
Un juego que demuestra a la perfección como hacer un remake. Respeto absoluto por la esencia, el esqueleto, el núcleo del producto original, y a partir de ahí bombardear dicho núcleo con cambio y mejoras para actualizarlo.
Y aquí dicho bombardeo de mejoras no puede ser más acertado, porque absolutamente todas mejoran el juego, haciendo que el conjunto sobrepase con mucho las cotas, ya altas, que alcanzó el original.
El apartado gráfico es notable, el estilo artístico, mucho más crudo y oscuro que el del original, le queda como un guante, deja estampas para el recuerdo pese a que gráficamente no sea un referente.
No todo es perfecto, tiene algunos detalles feos, como el agua, o ciertos elementos a los que se les ntoa la falta de un modelado más detallado.
En temas narrativos se respeta la esencia de serie B de la saga, pero nos alejamos de las fantasmadas típicas de Matrix que el juego original, hijo de su tiempo, incluía. Nada realmente reseñable, pero ganamos mejores personajes, escenas más sobrias, y perdemos las escenas de vergüenza ajena que tan mal envejecieron del original.
En temas de audio perdemos el iconico doblaje del original, lo cual es una pena, pero tenemos una BSO más sobria, con algún temazo entre medias, como el de la galería de tiro.
Y ahora a lo que realmente destaca respecto al original. Todas las mejoras de diseño jugables.
Y es que son muchas y tocan todos los palos del juego.
Pasamos a tener escenarios más complejos en diseño, más densos, que ofrecen más posibilidades al jugador. Tanto para el combate, que detallaré luego, como en aspectos que en el original eran tan secundarios, como la exploración.
Y es que en este punto el remake ha ganado mucho, ofreciendo backtracking, muy potenciado por las, sencillas, misiones secundarias que nos ofrece el Buhonero, una búsqueda de tesoros más compleja y satisfactoria o la inclusión de un buen número de puzzles que aportan mucho al ritmo del juego.
Son lo suficientemente sencillos como para que no desvirtuen la esencia del juego, pero los minutillos que nos lleve resolver cada uno de ellos crean momentos valle, de tranquilidad en la montaña rusa que supone el juego. Una muy grata e inesperada incorporación.
Si bien no es oro todo lo que reluce, porque por el camino hemos perdido alguna pequeña sección de algún escenario, la inmensa mayoría del título está expandido, desde pequeños detalles en algunos casos a reworks completos como el pequeño mundo abierto que supone ahora la zona del Lago.
En general todos los escenarios del juego han sufrido una mejora considerable, incluso la isla, escenario más flojo del original, que aunque aquí también lo es, ahora supone un escenario más terrorífico y no tan lleno de acción absurda. La parte de los regeneradores es realmente tensa.
Un readiseño de niveles a la altura de lo que consiguió Capcom con el remake del 2. Y eso es mucho decir.
Y ahora entrando en materia con el sistema de combate... Se nota que hemos avanzado 20 años. Un gunplay más ágil y con más sensación de impacto por cada disparo, lo cual hace que sea realmente satisfactorio el estar continuamente disparando. Coge la base que establecieron los remakes del 2 y el 3 y lo lleva aún más allá.
Más allá digo, porque añade aún más elementos que aportan nuevas capas de complejidad. Como es el parry con el cuchillo. Una absoluta genialidad que nadie esperaba y cambia todo el loop jugable del juego. No sólo nos permite tener algún medio defensivo cuando tenemos a los enemigos encima, si no que bien usado, tiene un timming exigente, supone un medio muy ofensivo que nos permite desestabilizar a los enemigos y crear aperturas.
Todo esto muy necesario, porque los enemigos también se han visto enormemente mejorados, tanto en variedad como en comportamiento. Ya no son patos de feria que andan en línea recta hacia nosotros. Nos flanquean, nos esquivando, cargan contra nosotros, nos atacan desde lejos... Lo cual sumado a que hay mayor variedad, especialmente brillantes las mutaciones del principio del juego, que reviven y se vuelven muy agresivos, nos hace estar en constante tensión. Algo de lo que adolecia el original en cuanto expandiamos nuestro arsenal.
Esto también afecta a los jefes, ya que la mayoría de las batallas contra ellos están muy mejoradas, aunque alguna de ellas, Salazar te miro a ti, podrían haber dado aún más de si.
Redondeando el conjunto tenemos detalles como el uso de maletines, la creación de items en base a recursos que vamos obteniendo, el uso de los amuletos... Todo ello genera nuevas capas de profundidad y posibilidades jugables, que sin suponer una revolución, y sumado a la gran cantidad de contenido que tiene el juego, hablamos de una campaña de unas 20 horas muy rejugable, desafíos ingame que nos permiten desbloquear elementos dentro del juego, más el modo Mercenarios, perfeccionan y pulen el conjunto.
Y aunque se queda cerca no todo es perfecto. El juego tiene picos de dificultad que puede suponer el abandono para ciertos jugadores, el tema RNG para los amuletos es bastante molesto, y que el DLC de Separate Ways, que hereda los trozos recortados de este remake, sea de pago, suponen pequeñas manchas en un juego por lo demás irreprochable.
Tan irreprochable que me permite afirmar que no sólo es el juego de este año, si no que estará entre lo mejor que salga en toda esta década, y supone uno de los mejores juegos en lo que llevamos de siglo. Glorioso. Simplemente glorioso.