Toda esta mierda era del todo innecesaria, y un buen ejemplo de ello es Toyota. Introdujo sus híbridos con el Prius vendiendo bastante bien, tenían previsión de no dejar ningún modelo que usase sólo motor térmico. Luego comenzaron a vender los híbridos enchufables, que son sin duda la transición más lógica: la mayoría no tendría que usar combustible en su día a día y, al mismo tiempo, la red de cargadores resulta más prescindible.
Pero había que doblar la apuesta, abocar a la gente al mercado de segunda mano (que se ha disparado) y joder la industria.