Un 147 en el Crucible es casi como ganar un título. Bien por él.
A mí no me ha gustado nunca este jugador, su control de la posición es a veces demasiado pobre para mi gusto, sólo hay que ver las últimas combinaciones con negra cómo ha perdido la posición y ha tenido que meter unos bolones muy difíciles para salir de la situación. Estos jugadores que van derrapando por la mesa me ponen nervioso y no me parecen vistosos.
Kyren es de los llamados a ser de los dominadores de su generación pero no termina de romper, especialmente en los torneos de la triple corona que son los que te dan prestigio, aunque si ha alcanzado un par de finales. A mí me cae mejor su maestro, Barry Stark, un señor mayor entrañable que tiene un canal de youtube muy interesante y super recomendable para todo el que juegue a snooker sobre técnica y juego.
Por cierto Neil Robertson hizo en su partido dos breaks de 146, se quedó dos veces a las puertas.