Yo añadiría que al final el concepto de open world con la misma clase de "puntos de interés" en las distintas regiones, al final hace que se pierda bastante sorpresa y se convierta en una rutina. En cada nueva región que vayas vas a tener las mismas tareas: los altares, las fuentes vitales, las torres, etc...
Además, personalmente considero que los open world pierden mucha gracia cuando hablamos de juegos con desarrollo lineal, como es este FF VII Rebirth. En este caso es un juego que está en cierto modo atado por un predecesor con este desarrollo y con un planteamiento de mapamundi que era bien simple, por lo que está más condicionado que si fuese un juego original de otra IP, pero un open world cobra su sentido de ser cuando el desarrollo es no lineal, cuando la libertad de moverte a placer es completo y sin restricciones por conveniencias narrativas. Véase Breath of the Wild, donde puedes ir básicamente donde quieras en cualquier momento tras conseguir la paravela, o un Fallout que pese a tener una historia, puedes saltarte pasos ignorando la secuencia planteada inicialmente, y el juego seguirá tus acciones.
No voy a valorar tampoco este Rebirth con eso en mente porque, como digo, es un juego condicionado por el original, pero un Open World como tal no debe ser una lista de tareas interminables, que es lo que te plantan muchos otros juegos, y en cierto modo Rebirth en lo que peca, sobre todo, es que precisamente los puntos de interés se tornan tareas, una "To do list" de cosas recurrentes que ya has visto en la primera región y que quitando las misiones secundarias obviamente, y la protomateria, se acaban volviendo predecibles, y no hacen de esa parte de exploración emocionante, simplemente rutinaria. Deberes. Nueva región, sabes que hay torres, sabes que hay altares, sabes que hay fuentes... Y por ejemplo las fuentes no plantean nada interesante a nivel de mecánicas una vez las encuentras. Los altares un "puzle" recurrente, las torres el treparlas puede tener sus variantes y tal... pero todo muy de "plantilla", y se diluye esas ganas y emoción de explorar para convertirse en simplemente tareas.