Bailey se acomoda en el establo. No es el peor en el que ha estado, y cada vez está más convencida que dormir en algún rincón bien escogido en un bosque sería igual de cómodo que dormir en un establo si no más, pero aún así... no está tan mal. Y mientras pueda contar con la compañía de King, estará bien. La calidez, la presencia y el olor del huargo la calman de una forma tan natural, que no sabría decir cuánto de ello proviene de ella misma, y cuánto de su forma de unicornio.
Viendo a María acercarse, Bailey se pregunta si pretende dormir con ella aquí. Una parte de la joven, su parte humana, la quiere en una cama calentita y segura. Otra parte de ella, y no sabe decir si humana o unicornio, quiere que pase la noche a su lado. En cualquier caso, se deja peinar y arreglar el disfraz. La voz de Bailey es suave y tranquila, o al menos la que transmite a la mente de su amiga. "Gracias, María."
La noticia de que Esclavo se quedará a dormir con King y Bailey la anima un poco. No lo ha pensado mucho a lo largo del viaje, pero es verdad que Esclavo siempre ha sido un compañero leal tanto de María como de la propia Bailey. Por eso, Bailey no duda en acariciarlo con su nariz y juguetear un poco con él utilizando su cuerno, y dejando que Esclavo le dé con la pata a un lado o a otro. Al menos por unos minutos.
"Tengo que dejar la capa a Milly para que la investigue. Quizá encuentra alguna propiedad oculta que no hayamos visto. ¿Te la dejo cuando acabe? No sé como va tu transformación, pero es mejor que tengas algo por si se activa de repente, o hay un imprevisto..."
"Mmmh." La verdad es que no lo había pensado mucho, y menos con toda la tensión y las peripecias del viaje hasta aquí, y luego estando ocupados con dar de comer a Milly y derrotar a un liche, pero sí. Una capa regalada por un mago podía tener alguna cualidad excepcional, ¿no? Sin embargo... Bailey le da dos toques en el hombro a María con su cuerno. "Esa capa te la regalé para que no pases frío. Vale, no sé si tendremos que pasar por montañas o algo, pero sigue siendo tuya. Si además tiene alguna otra cosa especial, genial, pero... tú no eres mi perchero. Además, si pudieras ver lo bien que te queda, no me estarías ofreciendo devolvérmela. Y oye, a lo mejor es una capa de la suerte, y por eso has cazado a Ronan..."
No es que Bailey llegara a aprobar del todo la relación entre Ronan y María, pero no era ella quien tenía que aprobarla en primer lugar. Era cosa de ellos. Ahora, si Ronan era un mal chico y la cualidad especial de la capa era estrangular a ex-novios malos... bueno...
La idea hizo sonreír a la forma humana de Bailey que se ocultaba en la mente del unicornio.