https://www.elespanol.com/reportajes/20250916/hijos-antonio-ciclista-nadie-ayudo-caer-murcia-alicante-dejaron-morir-raya-imaginaria/1003743925040_0.html
Antonio Morales Ayala tenía tres grandes pasiones en la vida. La primera era su familia, adoraba pasar tiempo con su esposa, sus tres hijos y sus ocho nietos; la segunda, era seguir ayudando a la gente, a pesar de haberse retirado de los bomberos de Murcia, y la tercera, consistía en darle a diario a la bicicleta, tras cumplir setenta 'primaveras'.
Pero todo eso ya es historia por culpa de un supuesto error a la hora de asignarle una ambulancia para evacuarlo, tras sufrir una caída con su inseparable bici en la Vereda del Reino. "Le asignaron una ambulancia de Orihuela que tardó 47 minutos en llegar, cuando tenía una a solo 3 minutos en Beniel", tal y como denuncian sus hijos, Raúl, de 46 años, y Antonio, de 49.
"Mi padre tuvo el accidente en una vereda que pertenece a Murcia, pero según el CICU [Centro de Información y Coordinación de Urgencias] se cayó en el lado de Orihuela". "Han dejado morir a una persona por una raya imaginaria: a día de hoy seguimos sin creernos lo sucedido".
De modo que la familia de Antonio -72 horas después de su entierro- ya ha comenzado a tantear abogados, para emprender acciones legales, para depurar responsabilidades por la "cadena de errores" que según sus hijos se ha cometido en la gestión de esta emergencia que le ha costado la vida a un cabo jubilado del parque de bomberos del Infante, muy querido por sus compañeros, y condecorado por el Ayuntamiento de Murcia por sus cuatro décadas de servicio.
"Nuestro padre tenía un lema: 'cuando suena la sirena del parque, se sale a prestar servicio'. Él también tuvo problemas cuando salía del parque de bomberos de Murcia, por la cuestión de los términos municipales, pero lo primero eran las vidas de las personas y no las fronteras", según relatan sus hijos en exclusiva para EL ESPAÑOL, mostrando respeto por la "excelente labor" que prestó el cabeza de familia en El Infante, y a la misma vez, dando salida a su impotencia porque las emergencias atendidas por Antonio no han sido recompensadas cuando este cabo jubilado ha necesitado ayuda.
"Le dejaron morir por una raya imaginaria", según denuncian al unísono. Antonio sufrió un accidente en bici, a las diez de la mañana del miércoles, cuando pisó "un bache enorme" por la Vereda del Reino y acabó estampado contra un poste del tendido eléctrico. La caída se produjo en una vereda con 3 kilómetros de longitud y que históricamente divide la Huerta de Murcia de Orihuela, produciéndose situaciones llamativas, como lo ocurrido hace un año, cuando pusieron aceras en las casas del lado murciano mientras que en el lado valenciano debían caminar por la carretera.
Pero ahora la cosa no tiene guasa porque ha muerto una persona. "Ha sido un error garrafal del 112", insisten Raúl y Antonio. "La trabajadora de una empresa salió a prestarle auxilio. Llamó al 112 y derivaron el aviso al CICU de la Comunidad Valenciana. Le dijeron a la chica que le iban a mandar una ambulancia de Orihuela porque se había caído en el margen derecho [de la Vereda del Reino] y pertenecía a Orihuela. Pero la chica insistió en que había un puesto de emergencias con una UCI móvil en Beniel que estaba a 3 minutos de reloj".
"Estuvieron más de 30 minutos discutiendo qué ambulancia tenían que enviar porque en el CICU decían que el margen derecho pertenecía a Orihuela y resulta que esa vía pertenece a Murcia". Ahí es donde arranca la presunta "cadena de errores" que se saldó con un desenlace fatal, para este bombero jubilado que durante una década presidió la Peña Ciclista La Pájara de Puente Tocinos y que a sus setenta años estaba "sanote" porque practicaba ciclismo a diario.
"Al final, le enviaron una ambulancia del Hospital Vega Baja y era de traslado, no enviaron una UCI móvil con un médico. Así que mi padre estuvo 47 minutos tirado en la carretera porque esa testigo miró el reloj y el atestado de la Policía Local recoge que esa ambulancia no encontraba el camino, se dio la vuelta a Orihuela y una patrulla tuvo que ir a buscarla".
- ¿Y qué ocurrió después?
- Antonio y Raúl: Cuando llegó la ambulancia con un conductor y un auxiliar, la propia Policía Local tuvo que ayudar a subir a la camilla a nuestro padre que estaba con una herida en el costado por el golpe contra el poste: tenía una perforación o alguna costilla rota. En ese momento, él estaba consciente porque contó todo lo que había pasado y dio sus datos personales.
Cuando lo trasladaron al Hospital Vega Baja, el médico nos comentó que nuestro padre falleció al bajarlo porque entró en parada cardíaca a las 11.10 horas del miércoles. Pero eso tampoco coincide con su partida de defunción porque refleja que murió a las 12.30 horas. Además, no le pusieron el desfibrilador, solo le hicieron un masaje cardíaco de forma manual.
El accidente lo tuvo a las diez de la mañana y llegó consciente al hospital, así que hemos pedido la copia de las cámaras de seguridad y el historial clínico porque se produjeron muchas negligencias. Hemos estado en la Comisaría de la Policía Local de Orihuela y nos han dicho que están instruyendo un atestado por homicidio imprudente.
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con las áreas de sanidad de ambas comunidades autónomas, para conocer su versión de los hechos. Desde Murcia sostienen que no tienen responsabilidad en el caso: "El 061 no recibió ninguna petición de ayuda ni ningún aviso en la fecha y hora referida para esa zona". Y la Comunidad Valenciana apela a la cautela: "La Consellería de Sanidad va a abrir un expediente informativo para esclarecer lo ocurrido".
Raúl y Antonio no han tenido tiempo de vivir el duelo por la muerte de su padre porque, desde el miércoles, no han parado de recabar información sobre el accidente en bici que sufrió en la Vereda del Reino. "Salió solo desde Puente Tocinos en dirección Orihuela y se cayó cuando regresaba a casa". De momento, sus hijos se han entrevistado dos veces con la Policía Local de Orihuela, con la dirección del Hospital Vega Baja, han buscado a testigos de la caída...
"Por una cuestión de competencias autonómicas ha muerto una persona", tal y como concluyen ambos. "A nuestro padre lo dejaron morir como un perro".
- ¿Por qué afirman algo tan duro?
- El problema empieza porque estuvieron discutiendo si por 20 centímetros a la derecha, o por 20 centímetros a la izquierda, a nuestro padre le mandaban una ambulancia de Murcia o una de Alicante. La chica que telefoneó al 112 estuvo llamando y llamando, diciendo que le costaba respirar y llevaba un golpe fuerte en el costado. Incluso se llegó a cambiar de margen en la vereda para intentar que fuera la ambulancia de Beniel, pero el CICU se empeñó en que ese servicio pertenecía a Orihuela.
Por un tema fronterizo, han dejado morir a un hombre que ha dedicado cuarenta años de su vida a servir a la comunidad como bombero, salvando a otras personas. Nuestro padre confió en el sistema y el sistema le ha fallado, en vez de términos municipales, parece que tenemos fronteras que no se pueden pisar. Aún no nos podemos creer que por una cuestión técnica, por caerse 20 centímetros a la derecha o a la izquierda, se haya dejado morir a nuestro padre, por ver si era un paciente de su competencia, cuando en una emergencia cuenta cada minuto.
Eso lo sabía bien Antonio tras retirarse del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Murcia. "Llevaba catorce años jubilado", según precisan sus hijos. "Se hizo bombero por ayudar a la gente, era algo vocacional, por eso fue cabo y le condecoraron al acabar su carrera porque era el primero arriesgaba su vida como responsable de su retén". Ese arrojo no lo olvidan sus compañeros en el parque del Infante y un camión de bomberos abrió su cortejo fúnebre este sábado.
Su viuda, Josefa, está desolada por la pérdida del amor de su vida. El luto también invade a la Peña Ciclista La Pájara de Puente Tocinos de la que Antonio era miembro y que dejó de presidir en 2024. "Siempre le gustó mucho el deporte", tal y como resaltan sus hijos. "Nuestro padre jugaba al fútbol en el Olimpic Club de Murcia, pero tuvo que dejarlo por una lesión de rodilla y empezó a practicar ciclismo".
Antonio se federó y compitió a gran nivel, "ganando copas y medallas en pruebas ciclistas", hasta que este miércoles 10 de septiembre, salió a hacer una ruta que se convirtió en la última de su vida por una serie de supuestas negligencias: le asignaron el recurso sanitario asistencia que estaba más alejado del lugar donde sufrió la caída este superabuelo; luego se perdió el chófer de la ambulancia; no movilizaron una unidad con médico y en el hospital entró en parada, a pesar de llegar consciente.
"Vamos a ejercer acciones por la vía penal porque no vamos buscando el dinero de una indemnización", según recalcan Raúl y Antonio. "A pesar de que tenía 70 años, nuestro padre estaba bien físicamente porque seguía una dieta y practicaba deporte a diario. El sistema le ha fallado y nos han arrebatado a nuestro padre porque ha muerto por una caída tonta".