Con el tiempo, cada vez hay más sagas que van decolorándose hasta que, fruto de esa decoloración natural, dejan entrever sus auténticos matices. Por norma general, desconfío de cualquier juego si el grueso de comentarios referidos al mismo hace un énfasis total y absoluto en aspectos como la historia y los personajes. Siempre sigo la misma lógica, que hasta hoy ha probado ser infalible; "si los que están aquí hablando del juego, que en teoría han de ser aquellos que mejor lo conocen, sólo saben hablar de sus personajes y de su historia, es que como juego se torna insulso y anodino". Porque FF VII, por ejemplo, te podrá gustar más o menos, o FF X, pero es muy común que el centro de la discusión sea el sistema de tableros o el combate en sí mismo; pero a mí cuando me intentan vender un juego de éste y otros géneros -salvo que sea una aventura no novela gráfica, por motivos evidentes- por razones tan difusas como "lo mágico del viaje", arqueo una ceja a lo Ancelotti. Concuerdo contigo en que FF IV es un buen juego, y que Cecil se mea en todos los pussies de después.
En lo que sí que no concuerdo contigo, pero esto ya es más que nada una diferencia de filosofía vital, es en no dejar los juegos. Valoro demasiado mi tiempo y me gusta invertirlo en aquello que me divierte. Jugar a algo que me está pareciendo soporífero al punto de querer dejarlo y ponerme con otra cosa no es mi estilo.