No es mi libro favorito, pero me parece el mejor que he leído nunca. La primera parte dos veces, la segunda una.
Es el casi verdadero génesis de la novela en sí. Y, sin duda, es divertidísimo el guión, las situaciones, cómo el lenguaje- a excepción del propio del tema central-secundario de la parodia a los libros de caballerías- se va renovando siempre en pos de la situación, las intrahistorias que confluyen dentro de la propia trama general... Un sinfín.
Además, el rucio y Rocinante son los mejores animales literarios jamás escritos.