Te hace pensar la verdad.
Me cuesta creer que algo como TotK corra bien en una cafetera como Switch, con sus físicas, interacciones, transición entre mapas sin tiempos de carga, climas, etc. Es un juego que pinta demasiado dinámico, con demasiados cálculos en tiempo real. Y que nada de esto parezca romper el juego encima, que todo ello parezca estar controlado pero siempre dando sensación de que puedes resolver varios problemas de mil formas distintas.
Y lo peor, que encima poco mérito se le da mientras flipamos por verle los poros de la cara a un personaje random. Especialmente este año con el patético rendimiento de varios AAA, en hardware muchas veces más poderoso que Switch.