Juego especial a todos los niveles. Tan especial como el profundo declive en el que entra el juego según pasan las horas.
Tiene uno de los mejores inicios de juego alguno en las últimas dos décadas. Realmente apabulla el despliegue artístico e incluso gráfico que muestra en las primeras dos horas de juego. Presenta un mundo increíble, un punto de partida genial, algo espectacular de jugar.
El problema es que la grandeza del juego está casi toda encorsetada en esas primeras horas, y según avanza el juego todo se vuelve más vulgar y mediocre. Como si gran parte del desarrollo se hubiera usado en recrear esas primeras horas y el resto del tiempo que dura el juego es rellenado con el molde de un shooter mediocre.
Pasa en absolutamente todos los aspectos del juego.
Jugablemente el juego toca techo demasiado pronto y más de la mitad del juego son la repetición continua de las mismas mecánicas. La variedad de enemigos se queda corta para lo que dura el juego, el uso de los poderes está muy desaprovechado y poco equilibrado, realmente sólo hay un par útiles. Y si bien lootear es muy cómodo, es excesivo el grindeo al que te obliga el juego para poder mejorar las armas y al personaje.
Por otro lado el mundo abierto es del todo innecesario. Es bonito, si. Pero esta total y absolutamente vacío, y solo está de excusa para ir de punto A a punto B, o a las pocas instalaciones opcionales.
Gráficamente el juego va perdiendo fuelle, encontrando texturas, escenarios o modelados mediocres cuando en las primeras horas encontrábamos buenos modelados, notables texturas, unos escenarios e iluminación excelentes.
La historia, que tiene un trasfondo cojonudo, que llega a tocar temas profundos, como el impacto macro económico que tendría la instauración de la robótica en los trabajos repetitivos y pesados, las virtudes y defectos de una suerte de neo comunismo, acaba hundiéndose en la mediocridad de un malo muy malo, un protagonista excesivamente estúpido y toda suerte de topicazos mil veces vistos…
Es un problema que el 90% de la historia de un producto así se centre en la primera y última hora de juego y el resto resulte ser bastante intrascendente.
Y aún así, ¿es un mal juego? Para nada. El gunplay es bueno, tiene la suficiente variedad de armas, aunque no muy imaginativas, el uso de los poderes es divertido. Tiene puzzles, bastantes, algo que ya no se estila ver en este tipo de juegos.
Los niveles principales tienen bastante carisma visual, las peleas contra los jefes son interesantes, y dejan momentos para el recuerdo. Las zonas opcionales a su vez son imaginativas e interesantes de recorrer. Lo cual hace pensar si no hubiera sido mejor que fueran obligatorias, en lugar del mundo abierto.
El worldbuilding es excelente, y está lleno de mensajes y textos a encontrar que detallan el contexto en el que nos encontramos.
Y como decía antes, audiovisualmente alcanza un nivel muy alto, y el apartado artístico se quedará para siempre en la memoria de cualquiera que ande por las calles de esta utópica Unión Soviética.
Simplemente es una pena que el juego no alcance todo su potencial. Eliminar el mundo abierto, potenciar las zonas opcionales hasta el punto de hacerlas obligatorias, un árbol de habilidades más equilibrado y con más sentido, mayor hincapié en el uso de los poderes, unos cuantos tipos de enemigos más, y una historia más terrenal, el comunismo y el impacto de la robótica en el mundo en contraposición del capitalismo y no tanto villano de opereta…
Todo eso, que no me parece tanto para un estudio capaz de construir cimientos tan sólidos como los que ha demostrado este juego, y hablaríamos de un juego MUY notable cuanto menos.
En definitiva, un buen juego, que podría haber sido mucho mejor. Pero sus bases son tan potentes que hacen esperar con esperanza los futuros juegos de este estudio.