Hace unas semanas volví a hacer la ruta del Montgó, en Denia, que en su momento me gustó mucho por sus diferentes paisajes, vistas y porque tiene una buena subida. Les resultará familiar a los seguidores de este hilo en la extinta Pacot.es, ya que subí ahí las fotos del recorrido de la primera vez que la hice. Así que aquí va mi reporte de esta pequeña escapada en versión 2023.
La ruta comienza en la ermita del Pare Pere, y en cuanto subimos un poco, ya tenemos unos vistas interesantes hacia el mar:
La ruta discurre en un primer momento por una cómoda pista forestal que va recorriendo la montaña por el lado encarado hacia el mar, para después comenzar la subida por uno de sus bordes.
Más adelante la pista forestal va desapareciendo y estrechándose, hasta convertirse en la senda que inicia el ascenso por la cara este de la montaña.
Seguimos el sendero y vamos ganando altura. Aquí vemos desde arriba el mismo camino de la foto anterior, a la izquierda.
El ascenso nos regala unas buenas vistas al mar y también a la vecina localidad de Jávea, donde todo el mundo estaba jugando con sus barquitos.
Pero todavía queda subida, y comienza lo interesante. La senda desaparece y hay que subir haciendo el mono por las piedras. Además, a esta altura ya hay que luchar un poco contra el viento, ya que pega fuerte.
En la subida ya se pueden apreciar las vistas del otro lado de la montaña, y llega un momento en el que hay que pasar bastante cerca del borde. Realmente no hay peligro y hay que tener cuidado al pasar, aunque el que tenga vértigo a las alturas no le hará mucha gracia.
Tras un poco más de esfuerzo, llegamos a la cima. Me gustó más en la vez anterior, ya que llegados a este punto y al estar el día con nubes, pues a esa altura te metías dentro de una y era espectacular. Esta vez hacía un día completamente soleado y despejado, así que nada.
Tras comer y descansar, continuamos nuestro camino por la que es la parte más bonita de la ruta, por arriba de la montaña.
A diferencia de la vez anterior, donde me equivoqué de sendero, esta vez sí que hemos ido por el camino correcto para llegar a la cruz del Montgó. Al principio de ese desvío hay un poquito de senda, pero después desaparece y tienes que ir haciendo el cabra por las rocas. Rocas que por cierto se nota que estuvieron bajo el mar en algún momento por sus formas y tipo de erosión. Y por las que había que avanzar dando como saltitos en muchos tramos, lo que propició que me volviese el dolor de la hiperpresión rotuliana de la rodilla izquierda. Pero ahí van las fotos y las vistas. También podéis ver el tipo del terreno.
Un poco más y llegamos a la cruz. Comentar que aquí hacía todavía más viento, y había que avanzar a saltitos por las piedras y casi por el risco de la montaña, por lo que fue interesante.
Y ya llegamos a la cruz, con más viento y unas buenas vistas hacia Denia. Además de un mensaje de esperanza para la raza humana y el Covenant.
Tras bajar de la cruz y continuar por el sendero normal, llegamos a la parte de la montaña que parece una suerte de Jurassic Park, por el tipo de vegetación.
Y para finalizar la ruta, la traca final. Una bajada de las que dan vértigo por la inclinación del terreno y todo lo que se ve, además de ser estrechita. A pesar de eso no es peligrosa, pero hay que ir con cuidado. Un mal paso y llegas abajo por la vía rápida. Eso sí, las vistas, espectaculares.
Es una ruta que no me canso de recomendar a todo el mundo, porque es una subida y bajada de montaña bastante asequible, al ser una "montañita" literalmente, tiene unas buenísimas vistas y diferentes ambientes. Pero que sea más o menos asequible, no quita que requiera de cierta forma física, ya que es una ruta de unos 16 km y con una buena subida. Dejo el track que seguí para quien le interese:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ermita-del-pare-pere-cova-gamell-cim-del-montgo-cova-de-laigua-66214644
Quedé satisfecho al realizar la ruta, ya que para mí fue una vuela a las andanzas tras estar mucho tiempo parado. Pero esa emoción de prepararlo todo, mirarte los tracks, madrugar para coger el coche y emprender el viaje... fueron sensaciones que hacía tiempo que no sentía, y que me hicieron sentirme vivo de nuevo. Valió la pena a pesar de que haberme tocado un poco la rodilla izquierda, pero sé que con tiempo y esfuerzo es algo que mejorará de nuevo.