La menor recibía palizas, mofas y humillaciones constantes por parte de sus compañeros de clase.
La joven Lindsay, de tan solo 13 años, vivió un calvario en Lille, una ciudad al norte de Francia. La menor era acosada constantemente por sus compañeros de colegio; sufría a diario palizas, mofas y humillaciones.
La joven terminó suicidándose el pasado 12 de mayo, su caso ha conmocionado a la sociedad francesa. La menor dejó una desoladora carta de despedida destinada a sus padres en la que les advirtió del peligro que corría otra amiga. Cuatro menores están siendo investigadas por su presunta relación con el caso.
Pese a todo, los sospechosos, lejos de mostrar su arrepentimiento, han compartido mensajes en redes sociales en los que se alegran de la muerte de la niña. Los jóvenes han creado perfiles falsos en los que expresan alegría por la muerte y llegan a decir que ahora pueden "mear en su tumba".
"Siguen las amenazas, insultan diciendo cosas como "ya se murió esa zorra", "voy a mear en la tumba" o "le voy a quemar la tumba", ha dicho la madre de la joven fallecida ante los medios de comunicación.
La familia de la joven fallecida ha anunciado que ha presentado una denuncia contra la dirección del colegio y los policías a cargo de la investigación por "no ayudar a nadie en peligro".
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