Milipu
--Está feo dejarle atrás, no es respetuoso con los novo compañieri, y además no es inteligente que nos pongamos a pegarnos tiros con los irlandeses en su territorio siendo solo cuatro. Si van a recabar información, mejor si son dos y además no parecen muy italiani como nosotros. Que consigan la información y ya veremos qué hacemos después. Mientras, tengo un plan para conseguir el voto del senador, y al nieto del Don no se negará a recibirlo. Nosotros tenemos negocios importantes, serios legales... se blanquea dinero en ellos, pero bueno, también son negocios honestos. Es perfectamente normal que un senatore se reúna con nosotros.
Y allí en privado le explicamos que nosotros somos signori respetables, que nuestro negocio no es el alcohol, que este no trae más que problemas y por eso se quiere prohibir, y que los borrachuzos irlandeses no van a cumplir, y que si el senador aprueba la ley seca nos beneficiamos todos: la ciudad está más limpia, perjudica a nuestros rivales los irlandeses, y a cambio, si ellos no respetan la ley y hacen contrabando, nosotros podemos ayudarles porque nos interesa también que se vayan de la ciudad, los piratas no son gente honorable y cristiana como nosotros.
La Familia ya le ha asestado un duro golpe a los irlandeses: el senatore entenderá que es mejor estar de nuestra parte. Sobre todo porque puede ganar dinneri si vota lo mejor para los ciudadanos --Traviano pone la mano derecha con los dedos hacia arriba y frota el pulgar contra el índice.
Un achunto faccilísimo por el que el Don y Alfonso quedarán contentos con nosotros.