Una cosa que me está gustando demasiado es el diseño de niveles. Larian ha alcanzado el punto medio perfecto entre hacer un mundo gigante como el de Skyrim o GTA y que dicho mundo se sienta repleto de contenido y cosas por hacer. Cada 2 minutos te encuentras una interacciĂłn nueva, y digo interacciĂłn porque acá encontrar un cadáver es una oportunidad para lanzar el hechizo de comunicaciĂłn con los muertos y descubrir cosas nuevas, o una nota con la ubicaciĂłn de un tesoro enterrado. Lejos quedan los dĂas de ir por ahĂ explorando solo para encontrar materiales de alquimia.
Luego, lo que decĂan de que el diseño de niveles se sentĂa como Dishonored es verĂdico. Llevo contadas 4 formas de entrar a las ruinas del principio, por ejemplo, es una completa gozada. Y lo mismo con muchas otras situaciones, siempre va a haber una ruta adicional a la que puedes acceder dando saltos o usando hechizos de teletransportaciĂłn.
Por cierto, a mi me recuerda mucho a Morrowind en escala, obviamente se siente mucho más pequeño si juegas desde arriba, pero cuando he jugado con mando, el mundo se siente mucho más grande y realmente sientes que exploras una suerte de espacio abierto con múltiples rutas para llegar a cada sitio. Tampoco es tan asà ya que Larian es de hacer zonas grandes que llevan a otras con una progresión lineal por acto, pero yo honestamente no necesito más. Ni siquiera Elden Ring se siente tan cargado de cosas interesantes, y eso que ese es otra obra maestra.
Y tengo una menciĂłn especial para los NPCs del mundo. No tienen patrones ni rutinas pero todos se sienten con propĂłsito. SĂ o sĂ vas a tener interacciones interesantes. De momento no me he encontrado al primer guardia genĂ©rico y esto es impresionante porque significa que los 2 millones de palabras dobladas de los que presumieron son casi todas lĂneas sin repeticiĂłn, mientras que en los juegos de Bethesda siempre inflan la cifra con personajes que dicen la misma cosa con actores de voz distintos.
Se han marcado uno de los mejores juegos de los Ăşltimos tiempos, no me cabe duda.