Bueno, pues ya tengo el síndrome "Skyrim" con este juego.
No sé si a más gente le pasa, pero es algo horrible: comienzas a jugar, y tienes tantas ganas de probar otras estrategias, otras builds, otras maneras de enfocar la partida, que no puedes terminar ninguna y vuelves a comenzarla de nuevo de manera compulsiva para ir probando y probando hasta quedar satisfecho. Al final le dedicas 2500 horas al juego, y quizás solo te lo has pasado una vez.