El bar esta bien, pero tampoco nada del otro mundo. Tienen todos los cockteles y chupitos con nombres de cosas de la saga, pero la decoracion mola.
Precio normal (para Suiza). Ahora, la autentica joya es el museo. No sabia que se podian dibujar penes de tantas formas y tan grotescas.
Y ya que pasas por Gruyere te comes una fondue de puta madre y pasas por el museo del chocolate que hay cerca.