María Abellán
Casa de los Abellán, camino a la escuela
Mañana, 4 de Octubre de 2023
María empieza a andar, lenta pero segura, hacia la escuela.
El frío le congela un poco las manos. Le cuesta un poco andar con éste espesor de nieve. Lo que es peor: Esclavo no está acostumbrado tampoco. Nota que le cuesta más andar y gimotea un poco al casi resbalarse por un charco escondido bajo las hojas otoñales.
Es en ese momento, mientras consuela a su primer amigo, que le entran las dudas. Quizá salir de casa no ha sido tan buena idea... ¿en qué estaba pensando? Ella era informática, solitaria. Una niña así no debería salir de casa: tan desprotegida, débil, delgada. Eres una inútil. Eres débil, eres un muñeco roto.
Sus propios sentimientos la ahogan. Coge el teléfono, como siempre, y se mueve para marcar el teléfono de Bailey y...
...
Sus propios pensamientos y fantasmas le paran. ¿Qué estaba haciendo? llamar a Bailey... para que use su coche otra vez. Ella le iba a buscar todos los días, le dejó hasta la casa para dormir. Ella le daba todo ¿Y a cambio que tenía que ofrecer?
Nada. Niña egoísta, pobre, rota y débil. Patético. ¿No era una persona nueva y decidida?
Basta ya de abusar de sus contactos. Tengo que hacerlo. Soy una persona nueva.
Tengo que hacerlo.
Tengo que hacerlo.
Tengo que hacerlo.
Tengo que hacerlo.
Tengo que hacerlo.
"Tengo que hacerlo... tengo que hacerlo... tengo que hacerlo..." con una renovada fé, María acaricia a Esclavo una última vez, agarra su correa, y sigue su travesía por la gélida ciudad.
//Dado si lo necesitas:
🎲