Milly, Ronan, Bailey y María
El camino hacia la morada de Nightowl apenas consume veinte minutos, serpenteando por las contemporáneas avenidas del sector meridional de New Town hasta alcanzar el barrio de Santa Úrsula. Allí, escondido tras la icónica silueta de Radio Wisp, se alza un edificio con casi un siglo a sus espaldas, engalanado con apartamentos amplios y hermosos, habitados mayormente por una ecléctica mezcla de profesionales independientes, periodistas, escritores, artistas y almas bohemias dotadas de cierta solvencia económica.
En el umbral, un portero examina a Milly, quien cree no haber detectado nada inusual durante el trayecto. El tipo la observa con gesto lacónico.
"¿Qué buscas, muchacha?", suelta al fin.