https://www.goodreads.com/book/show/3360749-la-madre-naturaleza
Leí el año pasado Los pazos de Ulloa así que no quería dejar pasar mucho tiempo antes de leer la continuación que supone esta novela. Contrariamente a lo que parece ser la opinión general, me ha gustado más que Los pazos. En contraposición con Los pazos que es una novela bastante coral, aquí sí hay un personaje central muy bien caracterizado que lleva el peso de la historia y que lo hace más lineal. También el ambiente es mucho mas distendido (aunque desde bien pronto se ve el drama latente) y hay momentos en los que me he reído.
https://www.goodreads.com/book/show/60171041-manifiesto-en-contra-de-la-autoayuda
He olvidado prácticamente cuál era el punto de la autora en el mes y pico que hace desde que lo leí. Solo recuerdo algo así como que consumimos autoayuda porque la sociedad capitalista nos impone ser más productivos y buscamos en ella la solución a nuestros problemas, pero que lo que realmente necesitamos no es superarlos sino convivir con nuestras imperfecciones. Libro corto y que puede crear diálogo con el lector (creo).
https://www.goodreads.com/book/show/1648118.Planos_Paralelos
Había leído La mano izquierda de la oscuridad y me había gustado muchísimo, pero no había leído nada más de Le Guin. No sé si este libro es lo más adecuado, pero tampoco me arrepiento. Es una colección de mundos diferentes más que una novela o un libro de cuentos. No hay narración propiamente dicha, solo nos describe diversos mundos que coexisten con el nuestro en, precisamente, planos paralelos. Hay algunos brillantes, hay algunos estúpidos. El más ingenioso es el mundo en el que todos son de sangre real salvo una familia plebeya, es simplemente genial.
https://www.goodreads.com/book/show/7672128-cartas-marruecas
Clásica lectura de Instituto, pero a nosotros no nos la mandaron. No tenía nada que leer y revisé la estantería de libros de mi novia y tenía esto. Luego me contó que el libro ni siquiera era suyo, sino que era de una vecina suya con la que se dejó de hablar y nunca le devolvió el libro; la parte divertida de esto es que esa vecina era marroquí, así que he leído las Cartas marruecas de una marrueca (probablemente solo me haga gracia a mí esto).
Sobre el libro, pues es verdad que no es la lectura más entretenida del mundo, que el ficticio formato epistolar cuando lo que se hace es reproducir lo que quiere decir otro personaje es absurdo (¿por qué no hace que sea una carta de B a C, en vez de de A reproduciendo lo que dice B a C?) y que hay algunas observaciones que han quedado obsoletísimas por el paso del tiempo, pero la mayoría de ellas son acojonantemente actuales. Es increíble que críticas hechas hace doscientos cincuenta años sean vigentes hoy, y solo por eso ya merece la pena seguir leyéndolo.