Terminado Ninja Gaiden Ragebound después de unas 20 horas.
Un juego arcade puro clásico muy muy bueno. Artísticamente es una maravilla. El arte es bonito y la música TOP. Cañera y motivadora.
También me ha flipado que esté traducido al catalán. Se agradece.
Jugablemente, el título va directo al grano. Ofrece fases variadas que combinan acción intensa, frenetismo y plataformeo puro, cada una con retos específicos, un contador de muertes y combo, y una pantalla de puntuación final que invita a rejugarlas para superarte a ti mismo.
En general, el juego resulta asequible, aunque su dificultad aumenta progresivamente, sobre todo si buscas alcanzar la mejor puntuación. Aun así, es bastante permisivo gracias a los puntos de guardado y a ciertos objetos que permiten mejorar la marca a cambio de penalizaciones jugables que añaden un extra de tensión. El riesgo se ve recompensado. Los combates contra jefes destacan por ofrecer un desafío más exigente y satisfactorio.
El sistema de combate y control es sencillo pero efectivo. Puedes atacar con la espada, usar un arma secundaria (kunai u otras que se desbloquean), rodar, realizar una voltereta aérea que permite un doble salto o más al golpear enemigos, ejecutar un ataque cargado que elimina a cualquier rival y emplear una habilidad especial personalizable. Quizá se echa en falta algo más de profundidad o movimientos adicionales (como atacar con la espada hacia arriba o abajo), pero lo que hay cumple. Combinarlo con Shinobi o Silksong, que no son de corte tan clásico en ese sentido, no ayuda xd.
A lo largo del juego controlas a dos personajes: Kenji, el protagonista principal, y Kumori, con quien juegas en secciones concretas. Su estilo de juego varía ligeramente, lo que aporta frescura. Además, cuando ambos están juntos, Kumori permite el uso del arma secundaria y de la habilidad especial.
El sistema de equipamiento es simple pero funcional: dos ranuras para talismanes que otorgan ventajas diversas, además de la elección de arma secundaria y habilidad especial. Todo esto se desbloquea progresivamente en una tienda mediante un coleccionable que obtienes en las fases, lo que incentiva la exploración. Aunque los niveles son lineales y sin pérdida, puedes pasar por alto alguna sala o zona secreta.
Junto a esos coleccionables, existen pergaminos que desbloquean fases opcionales con un nivel de desafío superior.
Finalmente, cabe destacar el modo difícil, que se activa tras completar la primera partida. No se limita a aumentar la resistencia de los enemigos (de hecho, resisten lo mismo); en cambio, modifica su número, su posición (aparecen rivales más duros antes), añade nuevos tipos y altera ligeramente el diseño de los niveles con trampas adicionales. Es en este modo donde el juego muestra su auténtico reto.
En fin, que el Ninja Gaiden español me ha gustado mucho y lo recomiendo totalmente.