Buf, las razones son muchas:
1.- No me gusta depender de Internet para jugar, y que sí, que hoy en día en todos los juegos dependes de Internet para poder jugar, pero una cosa es tenerte que esperar un par de minutos a que se instale un parche y ya y otra tener que depender de Internet durante toda tu partida.
Tampoco me gusta depender de Internet para jugar por otras cuestiones como querer jugar ya y tenerte que esperar un buen rato porque hay cola, que la conexión ya sea tuya o del propio juego sea mala y que haya lag o que directamente la conexión tuya o de algún compañero pete y a la mierda toda la partida.
2.- No me gusta depender de otra gente para jugar, pecaré de asocial pero yo quiero jugar a mi bola, cuando me apetezca, no quiero depender de que tengamos que quedar a las 7 porque Juanito sale de currar a las 6:30 o mejor quedamos a las 7:30 porque así a Menganito le da más tiempo de llegar a casa, no, si a mí me apetece jugar a las 7 quiero jugar a las 7 y punto, cuando con los amigos nos tengamos que "pelear" para quedar a una hora concreta que sea para ir a un bar a tomar unas cañas y vernos y charlar en persona, para jugar a videojuegos dejadme tranquilo.
3.- Tampoco quiero depender de otra gente en lo que a mi resultado como jugador se refiere, no quiero depender de que no gane la partida porque Juanito sea un manco ni tampoco que el manco sea yo y que gane la partida porque Menganito es un máquina; me da igual si en un juego soy un puto paquete o soy un puto crack, quiero que eso dependa única y exclusivamente de mí.
4.- No me gusta tenerme que comprometer a jugar, y con esto me refiero a que si la partida dura, por ejemplo, 45 minutos, yo tenga que estar los 45 minutos pegado a la pantalla con el mando en la mano, no apartes la vista, no bebas un trago de agua, y olvídate de ir al lavabo aunque te estés meando encima, no, nada, durante esos 45 minutos, disfrutes o no disfrutes, tengas necesidades o no, te tienes que dedicar sólo a jugar... Me acaba creando una presión innecesaria, aunque en realidad pueda llegar a ser algo autoimpuesta, que hace que no acabe disfrutando de jugar online a nada.
5.- Aunque se relacione un poco con la anterior odio que no se pueda pausar, ya sé que sería imposible introducir pausa en un juego online, pero aún así lo odio, porque sí, ya estoy viejo y tengo menos tiempo, pero si me pilla una tarde libre aún me puedo tirar mis sesiones de 3 o 4 horas seguidas de juego, pero lo hago porque puedo pausar cuando me salga de la polla, y que si ahora me apetece ir a por agua fresca o tengo que ir al lavabo o simplemente me apetece evadirme 10 minutos del juego para forear un rato o ver algo por YouTube puedo hacerlo, jugar sin pausa se me hace una tortura.
6.- Todas las comunidades online son la hostia de tóxicas... No, lo siento, no se salva ni una, la de ese juego que te gusta tanto a ti tampoco, que aunque ahora no me guste sí que en el pasado he jugado bastante online e "hijo de puta, ojalá que tu madre pille cáncer" es lo más bonito que me han dicho, y yo lo siento pero juego para relajarme y evadirme y ser feliz, paso de tener que aguantar que un capullo me diga el favor que le haría al mundo si me muriera ahora porque no juego tan bien a ese juego al que yo no llevo ni 3 horas y él lleva más de 300.
7.- La más importante, y es que considero jugar una experiencia única y personal, para mi jugar a videojuegos es una experiencia personal de yo sólo con un juego sumergiéndome en su mundo, practicando y mejorando en su jugabilidad, siguiendo su historia, conquistando sus retos... Una experiencia personal que quiero vivir en solitario, para mí jugar es sentarte en la cama a leer tranquilo una novela, no ir al cine con amigos.
En fin, que todo el respeto al que le guste, pero para mí jugar online es la antítesis de lo que yo busco cuando juego a videojuegos.
Eso no quita, eso sí, que disfrute de jugar multijugador local, de que nos reunamos unos colegas en persona y pon el Mario Kart o pon el Smash o pon algún Dragon Ball o pon el Street Fighter y jugamos en un mismo sistema compartiendo un mismo sofá, eso me encanta.