Hubo un tiempo en la Tierra en el que lugares hoy dominados por el frío y el hielo, como Alaska, estaban poblados de palmeras y densos bosques húmedos ahora sólo posibles en los climas tropicales. En el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian de Estados Unidos tienen fósiles que así lo demuestran y científicos como Scott Wing y Brian Huber quisieron ponerlos en contexto. La idea era acompañar los fósiles con una línea del tiempo que también mostrara la temperatura global de cada momento a lo largo de los últimos 500 millones de años. Su sorpresa fue darse cuenta de que no existía un registro fiable, así que decidieron crear uno.
Liderados por la paleoclimatóloga Emily Judd, de la Universidad de Arizona, el equipo ha conseguido reconstruir el clima de los últimos 485 millones de años, creando la visión más detallada hasta la fecha. Para ello combinaron datos del registro geológico (como anillos de árboles o sedimentos marinos) y los modelos climáticos a través de un método de asimilación de datos que normalmente utilizan los servicios meteorológicos, algo que pocas veces se ha hecho.
Comprobaron que, en este periodo, la temperatura varió más de lo que se había pensado hasta ahora, hasta 25 grados: osciló entre los 11 grados y los 36 de media, según publican ahora en 'Science'. La vida se adaptó a este clima que hoy parece lejano: actualmente estamos a unos 15 grados de media. Y existe una batalla internacional para intentar frenar el aumento de unas temperaturas que han añadido 1,3 grados en el último siglo y medio.
«Si se estudian los últimos dos millones de años, no se encontrará nada que se parezca a lo que esperamos encontrar en 2100 o 2500» por el calentamiento global, indica Wing, paleobotánico del museo y coautor del estudio. «Hay que remontarse aún más atrás, a períodos en los que la Tierra era realmente cálida, porque esa es la única forma de comprender mejor cómo podría cambiar el clima en el futuro», dice.
El papel del dióxido de carbono
Los autores muestran que la mayor parte de la historia de la Tierra durante el Fanerozoico, el periodo de 540 millones de años que llega hasta nuestros días, transcurrió en climas más cálidos en lugar de más fríos, y osciló con frecuencia. Ha sido también a lo largo de este periodo cuando la vida se ha diversificado, multiplicado y soportado múltiples extinciones masivas. Detrás de estos cambios ha estado, según verifican los autores, el dióxido de carbono (CO2). Este gas de efecto invernadero ha sido «el principal impulsor de los cambios climáticos durante este período», aseguran.
«Esta investigación ilustra claramente que el dióxido de carbono es el factor dominante en el control de las temperaturas globales a lo largo del tiempo geológico», dice Jessica Tierney, paleoclimatóloga de la Universidad de Arizona y coautora del artículo. «Cuando el CO2 es bajo, la temperatura es fría; cuando el CO2 es alto, la temperatura es cálida».
Es el mismo gas de efecto invernadero contra el que se centra la lucha internacional actual para frenar el aumento de las temperaturas, y que ha aumentado drásticamente por la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas. Porque los autores también advierten de que en los últimos 500 millones de años que han analizado, el cambio de temperaturas nunca fue tan brusco como ahora, ya que las variaciones se producían a lo largo de millones de años. Y es esa velocidad la que impide a las especies y a los ecosistemas de todo el mundo adaptarse. Incluso los episodios de cambio climático más 'rápidos' durante el Fanerozoico fueron responsables de extinciones masivas.
«Los seres humanos y las especies con las que compartimos el planeta estamos adaptados a un clima frío», afirma Tierney. «Es peligroso hacer que nos volvamos rápidamente a un clima más cálido».
Para el científico Benjamin J. W. Mills, que escribe una valoración complementaria en 'Science' sobre la investigación, «la comparación directa de un posible clima de invernadero futuro con los del pasado sigue siendo difícil porque esos períodos cálidos se establecieron gradualmente a lo largo de millones de años». Sin embargo, apunta, «son la única evidencia disponible de cómo son los climas de invernadero». En su opinión, la investigación abre la pregunta sobre cuáles son los límites térmicos de la biosfera de la Tierra y el papel del cambio de temperatura en la evolución de formas de vida más complejas.
https://www.abc.es/sociedad/temperatura-global-variado-grados-500-millones-anos-20240919192118-nt.html