A ver, fuera de hacer escarnio al conforero por tener las papilas gustativas de un camello, no creo que haya hecho nada mal. La preparación de ese brebaje no requiere estudiar en Harvard, yo tampoco sabía qué a esa mierda se le llama té americano, pero una idea me hago de cómo prepararlo cuando lo ha explicado. Si lo dice con buenas formas, que siendo Sandro no me cabe duda, pues entiendo el hilo.