En esta imagen se puede ver a Laporta.

Como un jabalí en apuros, Laporta se encuentra rodeado y en una situación sin retorno. Y no, los perros de caza no son precisamente los madridistas.
Representan al socio culé, a los aficionados, a la prensa de can barça, a las leyendas, a Olmo y su familia (el principal damnificado de todo esto), a los inversores. Pero también representan al escudo.
También a la oposición sensata, encabezada por Font, cada vez con más músculo social y que ya ya habla abiertamente de dimisión o de elecciones. Incluso se empieza a escuchar el nombre de Bartomeu, antes denostado, pero últimamente añorado por un sector del barcelonismo.
El jabalí sigue vivo, aún no ha sido cazado pero su situación cada vez es más complicada.
Laporta ha hecho muchas cosas positivas como presidente y por ello merece un voto de confianza, pero debe salir a hablar. El club ha hecho el ridículo y la masa social lo sabe. Basta de fantasmas y de excusas.