Esto es más surrealista de lo que esperaba.
Hace más de un año presentaron el proyecto al ayuntamiento para obtener la licencia de obras. Poco antes de la Navidad recibieron la autorización para "empezar a dar forma a nuestro futuro".
Todo se quebró el pasado 3 de enero, cuando unos vecinos les alertaron de que habían oído ruidos dentro de la casa. "Alguien había entrado con fuerza, el interior estaba maltrecho, con desperdicios y mantas por el suelo".
Al no haber nadie dentro llamaron a un paleta para tapiarla de nuevo, pero entonces apreció "un hombre de 35 años, bien vestido y con buen aspecto". Tras un rifirrafe volvió con dos hombres más y empezaron las amenazas. Entonces, "la situación pasó de alarmante a surrealista".
Según cuenta, llevaban teléfonos de alta gamma y fueron identificados con pasaportes marroquíes. Uno de ellos tenía una causa pendiente.
La policía les recomendó a los propietarios de la vivienda que abandonaran la casa. Al parecer había "indicios" que la propiedad pertenecía a los intrusos. Pruebas como unas fotos de los delincuentes durmiendo con mantas en el suelo.
"Nos negamos rotundamente", prosigue, "pero los agentes nos advirtieron de que si no nos íbamos podríamos ser acusados de violación de domicilio". La policía permitió la entrada a los intrusos, que "cruzaron la puerta entre aplausos", a modo de "humillación".