Inkisidor La luz baja de los cielos y ilumina calidamente los cadáveres de Rachel , King, Esclavo y Bailey hasta que vuelven a respirar con dificultad...
Milly abrió los ojos con incredulidad al notar el leve subir y bajar del pecho de los cuatro caídos. No se atrevía a admitir que lo que veía era verdad para no llevarse una decepción después... pero no, sus ojos no la engañaban. Parecía que sí había un dios competente en este mundo, aunque... ¿no se podía haber encargado él mismo del liche? Bastante sufrimiento le habría ahorrado a toda la ciudad. Se alegró de que no hubiera un templo de Ilmater en Daggerford, o la habrían traído de vuelta igual que era antes en vez de en la forma mejorada de ahora.
--Eso... ¡eso está muy bien, Verbal! Por fin un dios que hace algo más que pedir oración! Oye, ¿y no podrá abrir una puerta entre Planos y mandarnos a donde nosotros queramos? Es más poderoso que los magos de batalla malvados, ¿verdad? Y seguro que le caen mal, ¿crees que podría hacernos un favorcillo más con uno con el que tenemos un problema gordo?
Si no, iban a tener que buscar otra vez el amuleto de paso, entre los restos del liche, la niña o en la cabaña calcinada de Rynne.
Milly fue a acariciar a Esclavo, le dio unos golpes a King en el costado, y se acercó a Rachel.
Melon --Ey, estoy aquí, no llores, cof. Todavía no me voy--le seca las lágrimas mientras le da un beso manchándole la cara y los labios de sangre.
--¡Eso, aún tienes canciones que componer! ¡Mi gran gesta haciendo explotar al liche con Lacrimosa, por ejemplo! Y bueno, cuando las cantes, eeeh... ¡mejor que consigamos algunas plumas de fénix más!
KatamariRoller Bailey mira a su alrededor, y pestañea también. "¿Qué ha ocurrido?"
Milly apoya la mano en la cabeza de Bailey, procurando no tocar el cuerno. No era precisamente su parte favorita del unicornio.
--Pues ha pasado que... ¡no se mira a un liche a los ojos! ¡Para qué, si son muy feos! ¡Nos ha tocado cargarnos a nosotros al liche y al Risitas hipervitaminado!
El Risitas. Thorian apenas había podido contenerlo, incapaz de golpearlo. Hasta se le había caído la cimitarra al suelo y le había costado trabajo recuperarla. Nunca había visto a Thorian tan torpe luchando. ¿Sería por lo que le había dicho el Risitas, habría un poso de verdad en sus palabras o solo trataba de provocarlo y sembrar la discordia entre ellos? ¿Qué había querido decir?
--¡Alto ahí, bellaco! Que no des un paso más, so pena de probar el temple de mi acero, forjado en las fraguas del averno, con furia sangre y fuego, vuestra sonrisa mas no me engaña ya que se de buena nueva que teneis el corazon mas negro que la noche profunda mas aqui acaba vuestra vida sois presa digna de mi acero.