María se rasca la cabeza al escuchar a Bailey. Estaba claro que tenía razón, pero... "¿Podemos atrancar la puerta? Cuando fuimos por la mañana era un pasadizo secreto poco visible y camuflado. Y todas las estanterías están llenas de libros y parecen bastante antiguas y pesadas... Podemos moverla un poco, pero el tiempo apremia."
María nota el ruido de la estampida.
"Se nos acaba el tiempo. Tenemos que seguir."