Todos
El portavoz del consejo —el mismo que antes hablara con cortesía profesional— asiente con un gesto grave, bajando un poco la voz.
"Todavía no se ha podido cuantificar con certeza…", responde—. "Pero sí, varias granjas fuera de la muralla fueron atacadas, y sus familias no sobrevivieron. Ha sido un desastre."
Hace una pausa breve, quizá por respeto, quizá por cálculo.
"Aún así, hay esperanza. Nos han informado de que un gran barco está llegando ahora mismo desde Daggerford. Con un poco de suerte, podría tratarse de una casa importante. Quizá alguien con interés en ayudarnos en la reconstrucción."
No añade más, pero en su tono hay algo medido, como si la tragedia también pudiera servir como ocasión… para atraer nuevos pactos.
El hombre del consejo asiente a Rachel, y por un instante se permite una expresión menos institucional.
"Por supuesto. Estas pequeñas rufianes tendrán un sitio aquí."
Mira a los mozos que aún están cerca con las riendas en las manos, luego vuelve a mirar a Rachel.
"El panadero ha perdido a dos de sus sobrinos. Y el herrero anda diciendo que se le acumula el trabajo. Algo les encontraremos. Un techo, comida, tareas. Y si tienen suerte, algo de paz. Que ya sería mucho."