Explico:
Warhammer 40.000 tiene lugar en el lejano y oscuro futuro del cuadragésimo-primer milenio (aunque oficialmente han pasado ya de 41.999 a 42.000+).
La Humanidad ha logrado sobrevivir a múltiples cataclismos a lo largo de los milenios: desde rebeliones de inteligencias artificiales hasta guerras civiles que arrasaron planetas enteros. La ciencia ha alcanzado cotas inimaginables, pero una de estas cotas es el descubrimiendo de la Disformidad: una dimensión paralela que sirve como espejo del alma de todos los seres que piensan y sienten en nuestra galaxia. La existencia de esta dimensión permite obrar milagros: las naves espaciales pueden adentrarse en ella para viajar en días lo que tardarían años, y aquellos bendecidos (o malditos) con el gen adecuado pueden extender la mano hacia esta dimensión y extraer de ella el poder para obrar portentos como sanar heridas, comunicarse sin hablar, o emitir rayos de energía.
La combinación de tecnología y poderes psíquicos es una de las razones que ha permitido a la Humanidad no sólo sobrevivir, sino expandirse.
En el año 41.999 (oficialmente han pasado ya del 42.000), la Humanidad tiene como máximo representante al Imperium: miles de planetas, trillones de seres humanos, incontables culturas, todas unidas en la adoración al Dios Emperador de la Humanidad. El Dios Emperador fue, en sus mejores momentos, un hombre de tres metros de alto, de fuerza e intelecto asombrosos, y además poseedor del don psíquico. El Dios Emperador llevó a la Humanidad a su máxima cota, una época dorada avanzada no sólo por su propia voluntad, sino por la de sus hijos: unos súper-humanos que creó para que lideraran sus legiones de guerreros genética, biológica, tecnológicamente modificados para combatir y ganar donde los humanos normales no pueden.
Sin embargo, eso fue hace 10.000 años, cuando el Imperio era joven y esos hijos suyos, los "Primarcas", le eran leales.
La tecnología y la Disformidad, como cualquier otra cosa, tienen sus lados negativos.
Por un lado, la tecnología está actualmente estancada. Los múltiples apocalipsis a los que la Humanidad logró sobrevivir por poco provocaron la destrucción de bibliotecas y bases de datos, y la muerte de sus custodios. Estos apocalipsis incluyeron guerras civiles donde se utilizaron los virus y softwares maliciosos más avanzados concebibles, por lo que hoy en día, re-descubrir un plano o una base de datos de aquellos tiempos dorados no es sólo extremadamente difícil, sino peligroso. ¿Qué peligros se esconden en algoritmos rebeldes, inteligencias artificiales maníacas y otros programas corruptos? Por ello, la tecnología humana en 40k pertenece hoy en día al Adeptus Mechanicus, o los Sacerdotes de Marte. Éstos custodian las ciencias humanas cuidadosamente, tratan de encontrar vestigios de las milagrosas tecnologías de la Antigüedad, y evitan que aquellos miembros más jóvenes y temerarios de su organización (o de cualquier otra) metan sus manos donde debe, porque el precio puede ser terrible.
Por otro lado, está el asunto de la Disformidad. El "Inmaterium" es una dimensión que sólo obedece al poder del espíritu. Las leyes de la física (el tiempo, la gravedad, la integridad de los cuerpos) no existen. En su lugar, las leyes son las que decidan sus habitantes, y éstos son terribles. Con el paso de los eones y las emociones negativas levantadas por la guerra, la ambición y la desesperanza, los espíritus fueron reuniéndose hasta crear lo que se llaman "demonios". Y estos "demonios" a su vez se juntaron y amalgamaron hasta crear a los conocidos como Dioses del Caos. Estos "Dioses Oscuros" y sus siervos demoníacos consideran las almas de los mortales como un manjar, y se deleitan en torturar y consumir a todos los seres pensantes que caen en sus garras. Pero aunque son brutales e inmisericordes, también son astutos, por lo que buscan engañar a los mortales con promesas de poder a cambio de abrirles el camino al mundo real.
En el año 30.000, los Dioses del Caos movieron sus fichas, y corrompieron a varios de los "Primarcas", hijos y siervos del Emperador. Éstos, resentidos con el Emperador o simplemente deseosos de poder, se volvieron contra él e iniciaron lo que se llama la "Herejía de Horus": la guerra civil más devastadora de la historia de la Humanidad.
Pero eso ocurrió hace 10.000 años.
Lo importante es entender que la Herejía de Horus fue una puñalada al corazón de la Humanidad.
El Dios Emperador quedó muerto en vida, atrapado en el Trono Dorado de Terra, que le sirve para eludir a la muerte al tiempo que guía a las naves que viajan por la Disformidad. Sin su guía directa, el Imperio ha ido decayendo, atrapado en un torbellino de intolerancia, miedo y odio.
Planetas enteros ardieron. Tecnologías recuperadas se perdieron. Billones de seres humanos fueron aniquilados sin piedad. Las pérdidas de sangre y riqueza fueron sencillamente colosales. Y mientras la Humanidad aún estaba reorganizándose, las especies alienígenas y los traidores oportunistas resurgieron. El Imperio ha perdido muchos puntos estratégicos y sólo los ha recuperado con terribles sacrificios, al menos los que ha logrado recuperar.
El trasfondo actual de Warhammer 40.000 es uno en el que una Humanidad en decadencia se aferra a su orgullo y religión para defender lo que le queda. El Imperio está bajo asedio por dentro y por fuera: mientras los traidores egoístas y los siervos de los Dioses del Caos atacan desde dentro, los alienígenas buscan expandir sus imperios a costa de la Humanidad.
Warhammer 40.000 es un universo donde la utopía siempre fue imposible, y la Humanidad desperdició sus mejores posibilidades. Ahora sólo quedan dos cosas: una muerte lente y agónica, y los sobrehumanos esfuerzos de héroes imperfectos por aguantar un día más.
Cualquier pregunta más específica, sugiero hacerla aquí. Yo misma la responderé si queréis.
https://reflot.es/d/252-hilo-oficial-warhammer-y-lo-que-surja/