PAL Es un concepto que me gusta mucho, llegar a un sitio y encontrarte cosas potentes y rarísimas, o que a nivel de trama se use porque alguien ha descubierto una tecnología poderosa y desconocida.
El Adeptus Mechanicus, también conocido como el Sacerdocio de Marte, son los guardianes de la tecnología humana. Conocen sus secretos y, por alianza con el Imperio de la Humanidad, producen toda su maquinaria: desde humildes tuercas y tornillos hasta los gigantescos acorazados de la Armada Imperial.
El problema de la tecnología humana es que después de múltiples guerras civiles, y tras la corrupción por la edad, el uso de virus con fines bélicos y la posesión demoníaca más literal, muchas de estas tecnologías pueden esconder fallos y errores en el mejor de los casos.
En el peor, fabricas una nave de guerra en un astillero orbital, y cuando la completas resulta que hay un sistema de activación oculto que invoca a un demonio de la Disformidad para que posea la nave, la cual procede a destruir el artillero, bombardear el planeta, y largarse para unirse a los traidores y herejes.
Por eso los tecno-sacerdotes son directamente paranoicos en lo que se refiere a la tecnología. Aunque si sus temores están justificados, ya no es paranoia sino preocupación, ¿verdad?
Muchas veces, lo que ocurre es que una flota de exploración del Mechanicus llega a un planeta que fue colonizado por los humanos hace milenios, lo investigan, encuentran una esquemática para algo como... no sé... una freidora de aire, y se tiran años o incluso décadas examinando y analizando cada nanometro para asegurarse de que al fabricar la freidora, ésta no se convierte automáticamente en un reactor de fisión en estado crítico nada más activarla.
Y eso la tecnología humana. La alienígena ya ni te cuento.