Se juntan varios factores.
Por un lado, que todo el tema de la salud mental está menos estigmatizado. Diría que incluso se ha vuelto una "moda", donde la gente desea que se le ponga la etiqueta: Me ha dejado el novio, he suspendido un examen, he discutido con un compañero de trabajo, etc. pues entonces tengo "depresión/ansiedad". Y si no se autodiagnostican, van a un psicólogo no para arreglar realmente sus problemas (por qué estoy mal, qué tengo que trabajar) sino para que les diga que "tienen depresión" (que en muchos casos simplemente cumplir varios items no implica tenerla, pero el paciente se queda con lo que quiere escuchar).
Por otro lado sí, las putas redes sociales son un pantano del Dark Souls. Muchas veces nos centramos en la toxicidad negativa como el acoso, el mal ambiente, etc., pero las vidas idílicas, perfectas que se venden y, en caso de no serlo así, el propio cerebro se encarga de hacer las piruetas mentales para creer que así es. Si no te vas 2 semanas al extranjero a hacerte fotos en el monumento de turno en vacaciones, las fotos con filtros de personas que cara a cara son otro mundo... Si no cumples el estándar llega la frustración, el no sentirse suficiente.
Y ya luego un poco en relación a lo de arriba, el ver que no se está cumpliendo la idea de vivir mejor que nuestros padres.