Meldrel
Yo mismo estuve en Sóller justo antes de ayer. Masificadisimo todo y aún así en los bares podías entrar sin problemas, pero que no se quejen si ponen un zumo a casi 7€. El propio tranvía, trampa de turistas pero que puede suponer una experiencia factible inicial, ha pasado de valer 6€ hace unos pocos años a 10€ por persona. Una familia de 4 personas, por 10 min de ida y 10 de vuelta en tranvía, se deja 80€ cuando hace pocos años no se dejaba ni 40-50€. Si has cogido el tren que pasa por la tramontana se deja otros 80€ más. Se quejan del turista como si éste fuera de peor calidad o algo, cuando estaba petado de ingleses y alemanes con poder adquisitivo alto, pero no dicen en el artículo que sólo ir y volver a Sóller le ha supuesto a una familia, sin empezarse a tomar una sola botella de agua, cerca de 200€ por un trayecto ínfimo y una experiencia estresante en temporada alta ( fatal organizada, sin sistema de cupos o reserva de plazas…)
Has llegado a Sóller y ya te has dejado perfectamente el presupuesto que tenías ese día para todo el día, pero te lo han sacado sólo en el transporte. Los precios luego están disparados hasta para un turista inglés o alemán, si es que yo mismo les escuchaba decir en las terrazas que menuda salvajada, que menuda estafa el tren para ir presionados y enlatados como sardinas, que todo es demasiado caro, que si vamos a ver el otro bar a ver si es algo más barato… ellos mismos van ya a disgusto y con la sensación de que todo es más caro de lo que la experiencia ofrece.
Hoy mismo me apetecía comer buena carne a la brasa en El Muro, al lado de la Alcudia. Me decían que en la brasería donde íbamos sin reserva era imposible. Pues bien, estábamos nosotros solos en la primera hora que estuvimos ( luego llegaron 3-4 familias más), no sé ni para qué reservo. Claro, luego te llega una factura de 160€ por 2 platos de un buen corte, 2 hamburguesas de angus y los postres, y ves que te cobran hasta el pan cutre con alioli del centro a razón de 7€ (4 rodajas de baguette y un poco de alioli al centro) y te das cuenta de que es algo que ni siquiera los opulentos ingleses o alemanes vean fácil de asumir día a día, eso sí, el lidl petado de guiris comprando de todo.
Hay que hacer un poco de introspección, y han estirado el chicle hasta romperlo, que no se quejen del turista como si éste tuviera la culpa de no poder pagar el abuso o no se quiere dejar estafar.