Zsadist
El viejo matadero de Caldwell se alzaba como un cadáver de ladrillo rojo y hierro oxidado. Sus ventanales, hechos añicos, dejaban pasar ráfagas de viento que arrancaban gemidos metálicos de las chapas sueltas. La hierba había devorado parte del solar, pero aún se percibía el olor rancio a grasa y óxido, como si el edificio se resistiera a olvidar lo que allí se había hecho.
A Zsadist le gustaba aquel lugar por lo que representaba. En los años 60, los hermanos McKenna , dos irlandeses de segunda generación, lo habían rescatado de la ruina. Lo compraron por cuatro duros al hijo alcohólico de su fundador, que había quemado hasta las últimas reservas de la familia en bourbon barato y fulanas en el puerto.
Los McKenna no eran empresarios al uso: estaban metidos de lleno en la efervescencia sindical y política de la época. Caldwell hervía con huelgas y disturbios, reflejo de lo que pasaba en todo el país, y ellos dieron cobijo a obreros, activistas negros del movimiento por los derechos civiles y algún que otro pantera que huía de la policía. Zsadist, que entonces se movía como un fantasma entre las calles, había cruzado caminos con ellos más de una vez. A cambio de un módico precio les limpió el camino de saboteadores, intimidó a esbirros a sueldo de los patrones, y dejó sangre en los callejones para que el matadero pudiera seguir siendo refugio y sustento.
No eran héroes, ni falta que hacía, pero tenían cojones y memoria. Esa mezcla de violencia y lealtad había dejado huella en Zsadist, y cada vez que volvía al matadero lo sentía en las paredes: no había máscaras ni hipocresía, solo ladrillo, hierro y cicatrices.
Por eso, cuando Phury apareció con el coche, los faros rebanando la oscuridad y el motor retumbando en la calle vacía, Zsadist ya lo esperaba apoyado en la Indian, el casco colgando del manillar y un pitillo en los labios.
Alzó la cabeza, exhaló una bocanada de humo y dejó que se le torciera la sonrisa.
"Míralo… el niño bueno de la familia en cochecito. Seguro que en el maletero traes el traje de boy scout para seguir dando el pego. Más te vale, porque convencer a Wrath no va a ser fácil."