Bueno, vamos a concretar que no es un isekai, que no tiene los momentos de vergüenza ajena de Mushoku y que es una serie muy chill, con momentos muy intimistas más centrado en el desarrollo de los personajes que en una narración épica.
Es más, diría que a penas se parece a Mushoku más allá de que los mundos que muestran tienen un trabajo y un mimo brutales.