13. En Garde!
100% - 4 horas
Pequeña experiencia indie que resulta de lo más refrescante debido a que está extremadamente bien enfocada. Una única mecánica, que se explota constantemente y con poca paja entre medias que no molesta y aporta el mínimo de variedad necesario para cumplir las expectativas.
Dicha mecánica es el parry, que va unido a la barra de resistencia de cada enemigo. Debemos hacer parry o esquivar cada ataque enemigo, dependiendo de laa indicaciones visuales que nos hacen los mismos, para bajar dicha barra de resistencia y después poder atacar al enemigo.
Para esto nos podemos ayudar de elementos de los escenarios como cajas, jarrones, lámparas, etc... Que al usar contra los enemigos, permiten que dicha resistencia baje más rápido.
Cada batalla es siempre contra al menos 3 enemigos, así que cada combate se convierte en una danza extremadamente fluida por el escenario, rodeando a los enemigos, mientras realizamos en cada momento el movimiento oportuno para poder alacanzar la victoria.
Todo esto no resultaría satisfactorio si el control no funcionara a la perfección. Pero se da el caso de que es así. Un control simple, de apenas 4 botones, pero que responde a la perfección.
Y entre combate y combate, pequeñas secciones con un mínimo de exploración y algun salto entre plataformas, todo automatizado, y que está más para dar cierto respiro al jugador que porque sean mecánicas importantes para el juego.
Cómo decía, una experiencia que funciona porque es muy concentrada, dura lo justo para que a sus mecánicas de combate no se le vean las costuras ni se haga repetitivo. Apenas 4 niveles, con un pequeño componente de rejugabilidad para terminarlos en menos de 30 minutos y encontrar X coleccionables.
A esto podemos sumar que pese a ser un producto hecho por un grupo muy pequeño, tenemos un apartado audiovisual muy muy cuidado.
Un apartado artístico estilo cartoon, muy luminoso, diría que hasta buen rollista, que representa una España de dibujos animados que bien puede recordar a los primeros compases de la clásica película La ruta hacia el Dorado.
Y unos enemigos que no dejan de parlotear un spanglish que resulta hasta gracioso debido a las ocurrencias bien escogidas.
En definitiva, una experiencia agradable, sencilla, simple, corta, que te deja con una sonrisa en la boca al terminarla. Apenas se le puede poner pegas debido a que el juego en ningún momento pretende ofrecer de más al jugador.
Una experiencia honesta, heredera quizás de los tiempos de PS2. Quien tenga esto claro, encontrará unas horas de puro entretenimiento.